La Segunda Guerra Púnica tuvo varios combates en lo que hoy es España, encontrándose recientemente en la región de los Pirineos, los restos del incendio de un edificio del siglo III a.C., donde encontraron un pendiente de oro junto a los esqueletos de animales domésticos.
El edificio poseía dos plantas, las cuales se derrumbaron al hacer que las vigas y el techo desplomaran la estructura, aunque los arqueólogos rescataron dos objetos de valor: un pendiente de oro y un pico de hierro, además de enseres relacionados al oficio textil.
Los investigadores se percataron que el incendio que destruyó este edificio y otros alrededor tuvo un origen humano, aunque no se encontraron restos mortales humanos, solo algunos huesos de ovejas, cabras y caballos que habitaban el edificio.