En la zona de Bellaghy en octubre pasado las autoridades policiales recibieron un llamado, en el que se denunció la presencia de varios huesos y restos humanos, los cuales al ser analizados arrojaron que se trataba de un adolescente, quien falleció hace aproximadamente 2.500 años.
Los restos se hallaron cerca de una tubería, lo que alertó a vecinos quienes pensaron que podría tratarse de una víctima reciente, por lo que los arqueólogos que sacaron el cuerpo, utilizaron sus instrumentos como si se tratara de una escena del crimen.
Entre los huesos recuperados se cuentan: una tibia, un peroné, un húmero, un cúbito, un radio de la pierna izquierda, y restos del brazo; además los arqueólogos hallaron pocos metros más al sur, un riñón, el antebrazo izquierdo, parte del fémur izquierdo y el esternón, incluyendo piel y uñas de manos y pies.
Los resultados de datación se consiguieron gracias al carbono 14, siendo la primera vez que unos restos hallados en tales condiciones, son estudiados bajo esta tecnología en Irlanda del Norte.