En la provincia de Shandong, situada al este de China, los arqueólogos han encontrado un taller de espejos de bronce que data de 2.000 años de antigüedad.
En un pueblo cerca de la ciudad de Zibo se han hallado 100 moldes de piedra y pozos de fundición que hacen que este descubrimiento sea único en China. Se piensa que el taller podría haber estado activo en los primeros tiempos de la dinastía Han, entre los años 202 a.C. y 220 d.C., cuando los espejos pasaron a ser de forma gradual objetos de decoración en los hogares. Los objetos están hechos en gran parte de bronce, proporcionando una reflexión gracias al metal.
De acuerdo con Bai Yunxiang, director adjunto del Instituto de Arqueología de la Academia China de Ciencias Sociales, los objetos representan una moda basada en espejos que tuvo lugar en China en la que se incluyen moldes en forma de dragón, utilizado como decoración al inicio de la época, y en forma de hierba, muy popular en la dinastía Han temprana.
Se piensa que el taller forma parte de un emplazamiento industrial, situado en la antigua ciudad de Linzi, y que tuvo sus comienzos durante la dinastía Zhou del Este (770 AC – 221 aC).