Un estudio realizado por químicos de Rumania e Italia descubrieron que el mítico Vlad el Empalador, lloraba lágrimas de sangre y sufrió de varias enfermedades durante su vida, datos que arrojan luz sobre el personaje que inspiró al Conde Drácula.
El estudio se realizó sobre tres cartas escritas por el puño y letra de Vlad, las cuales se escribieron entre 1448 a 1476.
En este estudio los químicos enfocaron el análisis en las proteínas y péptidos presentes en las cartas, extrayéndose las pruebas cuidadosamente de los lugares que se tocaron por el escritor.
Gracias a estos estudios los investigadores conocieron algunos datos de la salud de Vlad el Empalador, por ejemplo, identificaron una infección en su tracto respiratorio que podría significar una simple gripe, o una afección crónica con la que estuvo luchando durante su vida.
Otro descubrimiento interesante fue el hallazgo de trastornos moleculares que provocaron molestias, debilidades y otras dificultades al enfermo Vlad el Empalador.
Sin embargo, el hallazgo más relevante es una carta escrita en 1475, en la que los químicos identificaron rastros del tracto de la retina, determinándose que el mítico Vlad lloraba lágrimas de sangre.
Esto se debió a una afección rara conocida como hemolacria, que producía la filtración de la sangre por los conductos lagrimales.
A pesar de conocer todos estos datos, se desconocen los motivos que llevaron a Vlad el Empalador a llorar mientras escribía esta carta.
Algunos han señalado que en el contenido de la carta en la que se cuenta cómo se detuvo el avance otomano empalando a miles de personas, se encuentra una pista, y es que probablemente Vlad el Empalador lloraba no de dolor sino de felicidad por provocar la retirada del ejército de Mehmed II.