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Arte micénico: resumen de sus características principales y estilos

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ceramica de micenas
Ejemplo de cerámica micénica. Crédito: Depositphotos.
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Aunque suela confundirse el arte micénico con el arte cretense o minoico, son diversas las diferencias, comenzando con la cultura en sí misma de ambas civilizaciones.

Mientras los minoicos eran una civilización pacífica, motivo por el cual no necesitaron erigir muralla alguna, la civilización micénica era más bien guerrera.

Características del arte micénico

El arte micénico fue el desarrollado durante el periodo helénico al final de la llamada Edad de Bronce, específicamente entre los años 1600 y 1200 antes de Cristo.

Considerando que es el momento en el que surgen dos grandes civilizaciones y, por lo tanto, grandes obras de arte como arte de la civilización avanzada de la Grecia continental.

Una de ellas es la micénica, la otra es la cretense, desarrollada en Creta. Estas civilizaciones prehelénicas, anteriores a la civilización griega desarrolladas entorno al mar Egeo.

Considerando, además, los grandes avances desarrollados por los micenas, no solo en el arte, sino en la arquitectura y la ingeniería, así como en economía.

Arquitectura micénica

Tanto el Megarón como las ciudades fortificadas son característicos de los micénicos. No tuvo nada en común con los cretenses, quienes construyeron sus edificaciones sin ningún tipo de fortificación, con diversos puertos muy cercanos para que la entrada y salida de los barcos fuera mucho más sencilla.

Acrópolis de Micenas. Crédito: Depositphotos.

Los micénicos estaban, además, ubicados en zonas estratégicas cuya defensa les asegurara ganar alguna guerra en caso de que fueran atacados. Era una cultura de guerreros, razón bastante lógica para que fuera esto parte fundamental de su arquitectura.

No solo fueron construcciones ubicadas en altas colinas, sino además rodeadas de murallas realizadas en piedras colocadas unas sobre otras.

Las residencias micénicas

La cultura micénica desarrolló diversos tipos de construcciones residenciales donde, las más pequeñas de ellas, solían de entre 5 y 20 metros por cada lado, siendo estas cuadradas. Estas viviendas solían pertenecer a la población de menores recursos, todas podían constituir entre una y más habitaciones.

Las viviendas de mayor tamaño eran construcciones mucho más elaboradas, cuyas medidas eran entre 20 y 35 metros de cada uno de sus cuatro lados. La mayoría tenían un patio central y diferentes habitaciones.

La ubicación de ellas solían ser mucho más cercanas al palacio que las anteriores. A pesar de ello, aún no se ha identificado especialmente si eran de un grupo de personas superiores, o simplemente eran empleadas como dependencias auxiliares del palacio.

Las fortalezas

Como ya hemos dicho, Micenas era una población fortificada, especialmente por mantener una cultura de guerreros, siempre estaban alertas ante posibles invasiones.

Estaban fortificadas especialmente las principales villas, situadas tanto en Atenas, como en Tirinto sobre una acrópolis. Todas ellas se mantenían adosadas a una colina a gran altura tal como Micenas justo frente al mar.

Detalle de la muralla de Micenas. Crédito: Depositphotos.

Sin embargo, de forma aislada también se encontraron fortalezas empleadas para el respectivo control militar. El tipo de estas murallas micénicas eran ciclópeo, sus bloques eran de gran tamaño que podían mantener hasta ocho metros de ancho.

La colocación de estas piedras se hacía sin ningún tipo de argamasa, considerando que se dedicaban a esculpirlas de tal manera que calzaban una sobre otra a la perfección.

Las puertas para acceder a ellas eran de grandes tamaños, aunque también se podía acceder a través de puertas secretas, alguna rampa de acceso, o alguna galería abovedada. De igual manera, poseían un gran pozo o cisterna en caso de recibir algún tipo de ataque.

Una de las entradas cuyos restos aún se mantienen, es la Puerta de los Leones. Este nombre se le ha dado así gracias a los leones que mantiene como escultura en la parte superior de esta puerta, formando un triángulo. El dintel sobre el que reposan, es de al menos 20 toneladas tallados en un único bloque de piedra caliza.

puerta leones micenas
Puerta de los Leones en Micenas. Crédito: Depositphotos.

Desafortunadamente estos leones carecen de sus cabezas, quizás a causa de la conquista de los dóricos quienes posiblemente las derrumbaron, posiblemente para destruir el símbolo micénico que estos leones generaban.

Los palacios

Son las excavaciones de Micenas donde se muestran la mayor cantidad de palacios erigidos por esta civilización, así como también en Pilos y Tirinto. Estos eran, primordialmente, los centros administrativos. Podría decirse que estos quedaron como herederos de los palacios minoicos, así como otras del periodo Heládico medio en la Grecia continental.

Ruinas del Palacio de Néstor. El megarón y una bañera se conservan en perfecto estado. Crédito: Depositphotos.

Todos los palacios micénicos se organizaron entorno a un conjunto de patios, de donde parten diversas salas con diversas extensiones. Estas se empleaban como talleres, así como almacenes y diversas zonas residenciales. El gran llamado megarón podría decirse que es el corazón del palacio.

Fue el megarón el trono del palacio, cuya organización se erigida entorno a columnas que le rodeaban de manera circular.

El Palacio de Néstor es una de las halladas en ruinas, el cual se encontraba rodeado de un patio de grandes dimensiones cuya principal habitación pertenecía a Megarón. Era allí donde se desarrollaban las diversas celebraciones de guerra.

Arquitectura funeraria

Como todas las culturas pre-helénica, los micénicos también desarrollaron una arquitectura funeraria de gran importancia. Los rangos sociales se vieron expuestos a través de sus enterramientos, especialmente al disponer de espacios específicos y especiales para el desarrollo de sus tumbas.

Éstas, no solo se mostraron adornadas de formas impresionantes, sino que a los cadáveres se les disponía joyas, armas y máscaras realizadas con oro primordialmente.

tumba de atreo
Tumba de Atreo (Mykonos). Crédito: Depositphotos.

Se encontró el Círculo de las tumbas en el centro de la ciudad, en forma circular rodeada de una muralla a modo de cementerio donde, además de aguardar cadáveres de gran importancia, también algunos tesoros se guardaban allí.

Así como estas, muchas otras que dan lugar a las grandes obras arquitectónicas que desarrollaron en diversos aspectos de su cultura.

Pintura micénica

Si existió alguna obra plástica de la cultura micénica de influencia cretense, esta es la pintura. Podemos comenzar por la técnica que empleaban.

Al igual que la cultura minoica, los micénicos emplearon el estuco ejecutando sus obras con frescos coloridos tales como el rojo, el amarillo, el azul y el blanco principalmente, empleando de igual manera el negro para remarcar.

Arte micénico en exhibición del Museo Pylos. Obra encontrada en el antiguo palacio del rey Néstor. Crédito: Depositphotos.

Los motivos también eran muy similares, a diferencia de que estos también tenían escenas tanto de guerra, como de caza. Otro tema en común, eran las figuras geométricas empleadas, principalmente, en las vasijas de cerámica que realizaban.

En los palacios de Tirinto y Pilos se descubrieron algunos de sus frescos. Acá se encontraron escenas decoradas con figuras geométricas y delimitadas con un marco, siendo, además, las figuras bastante rígidas. Los temas que destacan acá son tanto el de megarón en Pilos, como el de cacería de jabalíes en Tirinto.

En este último palacio, también se halló la representativa Dama oferente, cuya particularidad es la voluptuosidad de los pechos de la figura femenina, con una particular ofrenda que lleva entre sus manos, un peinado bastante sofisticado. Tal dibujo es muestra del geometrismo característico de esta cultura.

Escultura micénica

Es importante destacar que la escultura micénica no abarcó la potencialidad de la monumental que sí erigirían los mesopotámicos y egipcios. Considerando que este tipo de escultura no solo se destaca por sus grandes tamaños, sino por forma parte de la arquitectura. Sin embargo, sí destaca la Puerta de los Leones como excepción.

Esta excepcional escultura es de las más antiguas de toda Europa, representó el poder militar de los micénicos formando parte de la entrada a la ciudad. Sin embargo, sí se produjo una diversidad de esculturas, aunque de tamaños pequeños esculpidos e marfil, piedra o barro cocido.

mascara funeraria agamenon
La máscara funeraria de oro de Agamenón. Crédito: Depositphotos.

Muchas son las pequeñas esculturas encontradas realizadas en marfil o terracota representando a figuras antropomórficas y policromadas. Su significado, se asume religioso en gran medida, considerando que se descubrieron en santuarios y tumbas. Gracias al parecido que tienen con las letras griegas, se les llama tau, fi o psi.

El cuerpo de estas pequeñas estatuillas se representó similar a un simple cilindro, cuyo detalle único es el de un par de senos. Aunque, en su rostro se destaca la peculiaridad por la redondez de sus ojos, así como la grandeza de los mismos, manteniendo una pronunciada nariz.

De igual manera se encontraron algunas figuras de animales como el toro, e incluso la representación de los carruajes que empleaban para la guerra, cuyo movimiento se generaba a partir de unos caballos que tiraban de él. Asimismo, se encontró la escultura que más renombre tiene en la cultura micénica, la Triada Divina.

Esta está representada por dos mujeres con un niño delante de ellas. Ambas mujeres llevan un traje exuberante y grandes decoraciones a partir de diversas joyas, aunque con los senos descubiertos.

Representan a las diosas Perséfone y Demeter junto al dios Lacco, también conocido como Triptólemo, los cuales se encuentran enlazados tanto a la fertilidad de los campos, como a la agricultura.

Cerámica micénica

La cerámica micénica ha sido de las más halladas de esta civilización, y además en diversidad de formas. Una de las particularidades de esta cultura que se ha encontrado, es que se elaboraban con mayor destreza las que cumplían una finalidad de exportación, siendo mucho más lujosas y, efectivamente, mucho más trabajadas.

ceramica de micenas
Ejemplo de cerámica micénica. Crédito: Depositphotos.

Las escenas con las que éstas eran decoradas, solían ser de motivos bélicos, mitológicos, e incluso escenas de pesca y caza; así como también con figuras geométricas, especialmente espirales y meandros. Asimismo, también fueron encontradas algunas vajillas de metal, e incluso jarras de marfil, loza y bronce.

No hay que dejar de lado las armas y los vasos de bronce martillado, así como las máscaras funerarias, hechas semejantes al rostro del que fallecía. Muchas de estas artesanías eran realizadas con incrustaciones de oro y plata, así como muchas otras piezas como collares, coronas, brazaletes y joyas en general.

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