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Características principales del arte neoclásico (Neoclasicismo)

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caracteristicas del arte neoclasico
Psique recibe el beso del amor, de Antonio Cánova.
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Todas las características que forman parte del movimiento neoclásico del que hablamos anteriormente, se plasmaron de maneras determinadas en cada una de las disciplinas artísticas. En ello, grandes artistas, hoy día aún de inspiración para muchos, desarrollaron grandes obras de arte.

La pintura neoclásica

En la pintura neoclásica lo que predominaría en mayor medida fue el dibujo, por encima del color.

Entre otros tantos, los temas históricos y mitológicos fueron los más empleados, ejecutándose con el oleo sobre lienzo, habiendo muy pocos frescos.

Asimismo, el uso de la luz se desarrolló de manera un tanto fría, con contornos bastante definidos.

Las escenas secundarias sobre una misma historia eran vetadas. Los fondos que más se mostrarían serían escenas arquitectónicas, especialmente griegas, entre algunas penumbras como paisajes.

La composición ortogonal fue la más empleada, enfocándose de manera casi estricta en la anatomía humana –tal como en el grecorromano-.

Cada personaje representado, carecía de expresividad en tanto a sentimientos de dolor o alegría. Algunos de los artistas plásticos más representativos son los siguientes:

Jacques-Louis David / 1748 – 1825

David fue un pintor francés que tomó grandes influencias de la Antigüedad Clásica, muy características en sus obras. Muestra de ello se plasma claramente en obras como La muerte de Sócrates con los típicos fondos arquitectónicos grecorromanos.

‘La muerte de Sócrates’, de Jacques-Louis David. Crédito: Depositphotos.

Asimismo, La muerte de Marat, siendo de las más conocidas, en relación a la Revolución francesa. No solo trae un tema típico del neoclásico, sino una gran obra al mostrarnos esa falta de expresividad en el personaje; no muestra signos de dolor o sufrimiento, solo un cuerpo yacente, perfectamente ejecutado a partir de la técnica del dibujo que cumple a la perfección la simetría, el equilibrio y la delimitación.

Jean-Auguste Dominique Ingres / 1780 – 1867

La bañista de Valpinçon‘ de Ingres. Crédito: Gallerix

Ingres fue otro de los artistas más influyentes del movimiento neoclásico, también francés. No solo representó diversas escenas de la mitología griega, sino algunas figuras femeninas (entre algunos retratos).

La bañista de Valpinçon es muestra de ello, una de las tantas figuras femeninas al desnudo que representó, de espaldas, con una gran destreza y pureza en sus formas, líneas sinuosas al formar las curvas, belleza perfecta para su época, con la luz fría característica del neoclásico.

Francisco Bayeu / 1734 – 1795

‘El Olimpo: batalla con los gigantes (boceto)’, de Francisco Bayeu. Crédito: Museo del Prado.

Francisco Bayeu como pintor español del neoclásico, provenía de una familia de influyentes artistas pintores, que también dejó una huella muy importante para este periodo histórico y artístico. Fue uno de los pocos en desarrollar frescos murales; destacó en pintura religiosa y retratos.

Uno de sus oleos como boceto es El Olimpo: La caída de los gigantes son muestra de los detalles rigurosos en el tratamiento de la anatomía de los personajes, de gran inspiración neoclásica.

Otras como El paseo de las delicias o Parma impulsa las ciencias y las artes también son ejemplos de ello.

Otros artistas que también destacaron en el neoclásico fueron Angelica Kuffman (de Suiza), de las pocas mujeres pintoras conocidas de este periodo, dedicada especialmente al retrato; Mariano Salvador Maella (valenciano), y Rafael Mengs (romano); entre otros, como Francisco de Goya, que aunque su técnica forme parte del romanticismo, se considera como un artista de transición.

La escultura neoclásica

En la escultura neoclásica, hubo especial interés en realzar la belleza clásica a partir del énfasis en la pureza de las líneas, haciendo uso del mármol blanco.

Los temas más desarrollados fueron en relación a la mitología grecorromana, así como en la pintura, aunque enfocándose en las expresiones alegóricas.

Se caracteriza especialmente en haber abandonado la policromía, que sí se usó en el Barroco y el Rococó. Las expresiones emocionales de las esculturas mostraban cierta sutileza, cuyo aspecto fundamental era cierta pureza helada.

Debía existir un equilibrio en sus formas que fue perfectamente demostrado. Entre los artistas escultores que más destacaron están los siguientes.

Antonio Canova / 1757 – 1822

teseo y el centauro de antonio canova
Teseo y el centauro, de Antonio Canova.

Como muchos artistas neoclásicos, el escultor veneciano Antonio Canova también tomó como objeto de inspiración la Antigüedad Clásica. Usó principalmente el mármol blanco, cuyo pulido final era único, cuyos personajes mantenían posiciones elegantes en algunos casos, y dinámicas por otro.

Venus Victrix, Las tres gracias y Eros y Psique son solo algunas de las esculturas de este artista, cuyo tema aborda la mitología grecorromana. Teseo y el Centauro es otra de ellas, ambos personajes esculpidos con gran dinamismo y meticulosidad, cuya anatomía está perfectamente representada.

Jean-Antoine Houdon / 1741 – 1828

Diana la cazadora, de Houdon. Museo del Louvre. Crédito: Tetraktys en Wikimedia

En Versalles destacó como escultor neoclasicista Jean-Antoine Houdon, incidiendo con sus retratos y bustos, representando a personajes como Napoleón, Necker y Lafayette.

Inspirándose en el estilo grecorromano, realizó grandes esculturas como Napolón Bonaparte, George Washinton y la gran Diana la cazadora exponiendo una elegancia única.

Otros escultores neoclásicos que destacaron fueron Lorenzo Bartolini con esculturas como la Caritá educatrice, entre otras; y François Rude con Departure of the Volunteers, entre otras grandes esculturas. También fueron otros más los escultores neoclásicos que dejaron un gran legado.

La arquitectura neoclásica

Al igual que en las otras disciplinas artísticas, la arquitectura neoclásica también consideró como fuente de inspiración fundamental la Antigüedad Clásica. Esta es la razón principal por la que rechazaron la ornamentación ostentosa que se generó en el movimiento Barroco.

Dentro de las construcciones arquitectónicas que se ejecutaron, destacaron palacios de gobierno, edificaciones civiles, museos, parlamentos, academias, entre otros. A partir del siglo XVIII todo lo relacionado a manifestaciones de gobierno sería bien recibido, en especial como parte fundamental de la integración a los valores modernos de la razón pura del neoclásico.

Asimismo, la arquitectura neoclásica se mostró ante los planos y volúmenes con gran respeto, sin interrumpir las líneas, basándose fielmente en los símbolos de las formas geométricas. Algunos arquitectos importantes de este movimiento, y que además llevaron a cabo grandes construcciones, fueron los siguientes.

Ange-Jacques Gabriel / 1698 – 1782

Teatro de la Ópera Real de Versalles, de Ange-Jacques Gabriel. Crédito: Depositphotos

El francés Ange-Jacques Gabriel fue un arquitecto destacado del neoclásico, siendo el primero del rey Luis XV de Francia. Realizó, entre muchas otras obras arquitectónicas, la casa palaciega Peyrene de Moras, actualmente el Museo Rodin, así como el Teatro de la Ópera Real de Versalles, en la que se inspiraría completamente en la Antigüedad Clásica.

Jacques-Germain Soufflot / 1713 – 1780

Panteón de París, de Jacques-Germain Soufflot. Crédito: Depositphotos.

El arquitecto francés Jacques-Germain Soufflot no solo realizó el Panteón de París, siendo la iglesia de santa Genoveva anteriormente, sino otras que incluía ampliación, manteniendo un estilo neoclásico oponiéndose al rococó.

Jean-François-Thérèse Chalgrin / 1739 – 1811

Arco del Triunfo, de Jean-François-Thérèse Chalgrin. Crédito: Depositphotos.

Este arquitecto francés fue reconocido por haber construido el Arco del Triunfo en París, con una marcada orientación neoclásica, especialmente al inspirarse en el Arco de Tito de Roma.

Actualmente, la carga histórica de este monumento nacional es universal, uno de los más célebres a nivel mundial.

Música neoclásica

A la música del movimiento neoclásico sí se le diferencia, de alguna forma, del resto de las disciplinas artísticas, especialmente porque se le llamó música clásica simplemente. Aunque suela emplearse de manera errada para toda la música académica, es importante comprender que es solo la que perteneció a este periodo.

Su desarrollo fue entre 1750 y 1820 en Europa. En este periodo destacaron músicos tales como W.A. Mozart, Joseph Haydn y Ludwig van Beethoven, quien marcaría la transición entre este periodo y el romanticismo.

Sin embargo, al neoclasicismo musical como música académica, se conoce como el surgimiento de lo desarrollado entre la Primera y Segunda Guerra Mundial.

En este periodo destacaron músicos y compositores tales como el alemán Paul Hindemith reconocido por la sinfonía Mathis der Maler hacia 1934; y el ruso Ígor Fiódorovich Stravinski con su notable concierto La consagración de la primavera hacia 1913, entre otros.

La música de este periodo, la llamada música clásica, se caracterizó por mantener una armonía constante, con un brillo y claro estilo, característico en gran parte de las composiciones.

Fue en esta etapa que nacerían las formas sonata y sinfonía con músicos y compositores como los ya mencionados, así como Antonio Salieri y Joseph Haydn, entre otros.

Literatura neoclásica

La literatura neoclásica se caracterizó por las fuentes de inspiración. Tal como en el arte, en la literatura también fue la Antigüedad Clásica la que retomarían, siendo la elegancia formal lo que más les preocuparía.

Asimismo, predominó la crítica sobre los didácticos según su género; desarrollándose, al mismo tiempo, en torno al conflicto que se mantenía para ese entonces, con el honor, las pasiones y el deber.

Dentro de los autores de mayor relevancia del neoclásico destacaron Jean de la Fontaine, con Las Fábulas como su obra más célebre.

El poema filosófico de Alexander Pope, Ensayo sobre el hombre fue otra de las obras de gran influencia neoclásica, así como Don Sancho y Ocios de mi juventud de José Cadalso y Vásquez de Andrade, entre otros tantos no menos importantes.

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