Científicos logran explicar las diferencias craneales entre homínidos

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Víctor Muñoz Fernández
Apasionado por la Historia, es licenciado en Periodismo y Comunicación Audiovisual. Desde pequeño le encantaba la Historia y acabó por explorar sobre todo los siglos XVIII, XIX y XX.

El antropólogo de la Universidad estatal de Florida, Dean Falk y su equipo, formado por Marcia S. Ponce de León, Cristoph P.E. Zollikofer y Naoki Morimoto del Museo e Instituto Antropológico de la Universidad de Zúrich, ha realizado una investigación que explica el motivo por el cual los cráneos de los humanos son más amplios y permiten una capacidad cerebral mayor que el de resto de primates.

Comparativa evolutiva de los cráneos de un chimpancé, el fósil de Taung y un cráneo humano

El equipo de Falk usó uno de los más importantes fósiles que se han descubierto: el fósil de Taung, que se estima que tiene 2.5 millones de años de antigüedad y fue encontrado en 1924 en Taung (Sudáfrica).

La primera característica que han descubierto los investigadores es una “sutura metópica persistente”, es decir, una apertura sin cerrar en el hueso frontal del cráneo, que permite a la cabeza de un bebé ser flexible durante el parto para facilitar el alumbramiento. En los grandes primates (gorilas, orangutanes y chimpancés) la sutura metópica se cierra poco después del nacimiento. En humanos, por el contrario, no se cierra hasta dos años más tarde, con el fin de acomodarse el rápido crecimiento del cerebro.

La segunda característica es el mapa endocraneal fósil, que permite a los investigadores examinar la forma y la estructura del cerebro. Después de examinar el fósil de Taung y un gran número de cráneos pertenecientes a otros homínidos, así como varias tomografías de los huesos y registros fósiles de los últimos 3 millones de años, Falk y su equipo han destacado tres aspectos importantes: la sutura metópica persistente es una adaptación para dar a luz bebés con cerebros más grandes; está relacionado con el cambio a un cerebro mayor después del nacimiento; y puede estar vinculado con la expansión en los lóbulos frontales.

Falk comenta que la sutura metópica persistente, probablemente ocurrió en conjunción con el refinamiento de la habilidad de caminar sin usar los brazos. Además, la habilidad de andar erguido causó un dilema obstétrico: el parto se complicó, al contraerse las caderas, mientras que el tamaño del cerebro aumentó. La sutura metópica persistente contribuyó a una solución evolutiva a este dilema, a lo que hay que añadir la expansión del lóbulo frontal como causa de su tardía fusión.

El investigador no duda en calificar estos hallazgos como “significativos”, ya que, para él, proporcionan “una explicación plausible sobre por qué el cerebro de los homínidos puede haber crecido más grande y más complejo”.

Fuente: Florida State University

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