Un estudio realizado por la Universidad de Oxford ha revelado que los agricultores neolíticos utilizaban técnicas de abono para la agricultura mucho más sofisticadas de los que hasta ahora se pensaba.
Antes se había tomado como cierta la afirmación de que el estiércol no fue utilizado hasta la Edad de Hierro y la época romana, sin embargo, los investigadores contradicen tal afirmación demostrando que la técnica de cultivo fue utilizada ya desde el año 6.000 antes de Cristo.
Las pruebas están en que se han encontrado elevados niveles de Nitrógeno-15, un isotopo abundante en el estiércol, en semillas y granos de cereales carbonizados hallados en 13 yacimientos de Europa. Por lo tanto, los resultados de la investigación sugieren que las heces de vacas, ovejas, cabras y cerdos alimentaron el campo de cultivo desde el Neolítico.
Los primeros agricultores sabían utilizar la tierra de tal manera que fuese nutrida durante años y de esta manera beneficiar con las mismas a las siguientes generaciones. De ser así, se trastorna la hipótesis tradicional de que los primeros pobladores eran nómadas que se servían de la tala y quema para elaborar tierras de cultivo temporal. Pero también es cierto que ayuda a entender cómo surgieron los estatus sociales siendo estos las diferencias entre los que heredaban y los que no tenían nada.