El siglo XVI en Europa estuvo plagado de guerras y numerosos conflictos, lo que se tradujo en numerosas personas heridas o con discapacidades, lo que produjo un aumento en la tecnología de prótesis, como se evidencia en un esqueleto alemán del siglo XVI con una prótesis de mano.
El hallazgo se realizó en Freisling durante los trabajos arqueológicos efectuados, cerca de la iglesia de San Jorge.
Los análisis de radiocarbono han señalado que el hombre vivió entre 1450 y 1620, teniendo una edad aproximada de 30 a 50 años.
La prótesis hallada se encontró en la mano izquierda del individuo portando cuatro dedos, a saber, el índice, medio, anular y el meñique, los cuales estaban formados de chapa y se aseguraban con correas.
Los investigadores hallaron dentro de la prótesis hueca una tela que pudo fungir como acolchado para el muñón de la mano, adicionalmente, encontraron el hueso de un dedo pulgar lo que podría indicar que el hombre conservó el pulgar de su mano.