En la provincia oriental de Shandong, en China, y cerca de la ciudad de Tengzhou, se ha descubierto un pueblo neolítico muy bien preservado, en donde ya se ha establecido una misión arqueológica.
Según los arqueólogos, los habitantes de este pueblo formaban parte de la cultura longshan, una población neolítica tardía que se habría extendido por los brazos centrales y meridionales del río Amarillo.
El sitio, que ocupa casi 6.000 metros cuadrados, ha sido dañado fuertemente desde la década de 1970 por actividades humanas, aunque el fondo del yacimiento está prácticamente intacto.
Hasta ahora se han identificado dos bases de murallas defensivas, 15 casas, 21 canteras, una tumba y un área más profunda que hay que determinar.
Los arqueólogos están convencidos de que las canteras se remontan al periodo medio de la cultura longshan, en tanto que el resto de los hallazgos deberían ser más antiguos.
“La mayor parte de nuestro conocimiento sobre la cultura longshan proviene de grandes asentamientos, y este es un gran descubrimiento para el estudio de asentamientos y estructuras sociales tempranas”, explicó Zheng Tongxiu, director del instituto provincial para la investigación de hallazgos culturales y arqueología.