INAH confirma el hallazgo de un fósil de gonfoterio en Cuyuxtlahuac, Guerrero

Más leídos

Leopoldo Ágreda Lovera
Nací en Mérida, un estado andino de Venezuela pero me crié en Caracas la ciudad donde crecí, observando el Ávila y haciéndome las preguntas más importantes sobre la vida, la sociedad y el universo, rodeado de árboles y el sabor agridulce de toda gran ciudad. En el trayecto de mi vida, conocí las calles y sus gentes, las cuales me ayudaron a formarme un mejor criterio de la existencia humana y las ciencias sociales, para luego estudiar en la Universidad Central de Venezuela, donde me he formado como historiador y pensador social. La lectura es uno de mis grandes vínculos con el pasado y la esencia de la humanidad, ya que como dijo Descartes, leer es como tener una conversación con las grandes mentes de la historia; el ajedrez es otra de mis grandes pasiones, ya que me ha ayudado a desarrollar una mejor comprensión de la vida, que junto a la música, forman los tres pilares de mis gustos actuales. Soy familiar, amante de la naturaleza y los animales, porque en ellos ves la esencia de la filosofía y de Dios.

Hace más de un año, habitantes de este municipio notaron que de los márgenes de un río cercano a la localidad de Cuyuxtlahuac sobresalían piedras de tamaños y formas inusuales.

Su colaboración con las autoridades de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ha permitido aclarar que las rocas son en realidad vestigios fosilizados de un gonfoterio.

Así lo corroboraron los investigadores del Centro INAH Guerrero, Jorge Cervantes Martínez y Antonio Hermosillo Worley, quienes acudieron el pasado 30 de mayo de 2023 a dicho poblado, ubicado al este de la región de La Montaña, casi en la frontera entre Guerrero y Oaxaca.

De acuerdo con los especialistas, tras el hallazgo inicial hecho por los pobladores, quienes recolectaron y resguardaron los restos, ya para entonces expuestos por el flujo del agua, se dio un primer aviso a la instructora en la comunidad del programa ‘Sembrando Vida’, quien, a su vez, lo notificó al Centro INAH Guerrero.

En respuesta, el personal del instituto acudió y brindó una plática informativa a las y los vecinos, en la que se abordó la importancia científica y patrimonial de este tipo de descubrimientos.

Posteriormente, los expertos realizaron un examen visual al material óseo recuperado: fragmentos de costillas, cuerpos vertebrales completos, una sección de rama mandibular con molares insertos, fragmentos de otros molares y dos segmentos de incisivos.

Resultado de este análisis, se concluyó que, por la morfología de los molares y los incisivos, los restos corresponden a un gonfoterio de Cuvier, especie que ha sido identificada desde el sur de Estados Unidos hasta Sudamérica y que alcanzaba entre 2.50 y 2.70 metros de altura.

Los gonfoterios fueron mamíferos de trompa prensil –emparentados con los elefantes actuales–, que migraron al continente americano desde Asia, cruzando el estrecho de Bering, alrededor de 23 millones de años antes de nuestra era, evolucionaron y se dispersaron por toda América.

La importancia de este hallazgo es que brinda el primer dato paleontológico que se tiene del gonfoterio de Cuvier para esta región del estado de Guerrero, lo cual es evidencia de que el mamífero tuvo un área de actividad mucho más extensa.

Con anterioridad, se han encontrado restos de gonfoterios en localidades guerrerenses como San Juan Unión (Taxco de Alarcón), Zumpango del Río (Eduardo Neri), Chichihualco (Leonardo Bravo), Ayahualulco (Chilapa de Álvarez), San Miguel Cuixapa Centro y Río San Marcos (Zapotitlán Tablas).

- Advertisement -

Más artículos

Deja una respuesta

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

- Advertisement -

Últimos artículos