Las excavaciones realizadas en la antigua ciudad griega de Tenea, en el Peloponeso y que fue construida por prisioneros de guerra troyanos, han revelado nuevos y significativos hallazgos anunció hace unos días el Ministerio de Cultura Griego.
Entre estos descubrimientos destacan enormes baños datados en la época romana.

La ciudad perdida de Tenea, que se menciona en muchos mitos griegos como también en textos históricos, fue descubierta en octubre de 2018.
Una de las fuentes que menciona la existencia de esta ciudad es la antigua leyenda de Edipo, mítico rey de Tebas quien, sin saberlo, mató a su padre y se casó con su madre.
Este año, el equipo de arqueólogos que trabaja en la antigua ciudad liderados por Eleni Korka, descubrió un complejo de instalaciones de baños de 500 metros cuadrados que datan de finales del siglo III a.C. hasta mediados del siglo I a.C.

Tres de estas áreas presentan evidencia de que alguna vez tuvieron agua caliente, y dos de ellos terminados en arcos y con pisos de arcilla muy bien conservados. Incluso algunos de ellos aún mantienen su pintura original.
Un antiguo pozo de 15 metros de profundidad fue encontrado al norte de los baños, y a su lado, un área en donde se habían depositado ofrendas, incluyendo figuras y recipientes en miniatura, apuntando a que se trataría de un sitio para uso religioso.


Otros objetos descubiertos incluyen recipientes para el almacenamiento de aceites aromáticos y partes de estatuas que datan de tiempos helenísticos.
El mito de Tenea
Según el mito, la ciudad de Tenea fue fundada por los troyanos alrededor del año 1100 a.C., siendo sus edificios construidos por prisioneros de de la Guerra de Troya.
El lugar fue escogido por encontrarse en el camino entre Corinto y el antiguo asentamiento de Micenas.
Las historias cuentan que el mismo Edipo fue criado aquí tras ser enviado lejos por sus padres cuando sólo era un bebé.
Tenea fue durante muchos años una de las ciudades más prósperas y grandes de la región de Corintia, en el norte del Peloponeso, pero hasta 2018, no había sido posible averiguar exactamente su ubicación o cuál fue el motivo de su disminución y desaparición.