En el sitio arqueológico de Pompeya, Francesco Musolino, máximo representante del Gobierno de Nápoles, ha ordenado a la dirección antimafia del gobierno italiano y a la policía que lleve a cabo redadas para inspeccionar el avance en la restauración de la Casa de los Cupidos y la Casa de la Fuente Grande.
En el terreno al que han sido concedido 105 millones de euros por parte de la Unión Europea para la restauración, se han realizado controles a todos los trabajadores e investigado los sistemas de vigilancia con el fin de impedir la infiltración de grupos de crimen organizado y sujetos al fraude.
En agosto del año pasado el gobierno italiano prometió que “ni un euro” de los fondos de la UE acabaría en manos de la mafia napolitana o Camorra.
El lugar romano fue cubierto por cenizas cuando el monte Vesubio entró en erupción hace 2.000 años. Desde 2010, Pompeya ha sido objeto de críticas internacionales que llevaron a la dimisión del entonces Ministro de Cultura, Sandro Bondi, a causa del derrumbe de una parte de la Casa de los Gladiadores.
El gobierno del ex primer ministro Berlusconi fue acusado por llevar a cabo trabajos ilícitos en la zona. Escándalos relacionados con la mafia tuvieron como consecuencias la desviación de los fondos destinados a Pompeya y la colocación periódica de sus propios empleados para trabajar en el manantial.
Debido a que gran parte de los fondos proceden de la UE, es una situación insostenible para Italia como miembro europeo, la cual se ha comprometido a ser más cautelosa en estos temas.