El fragmento de la Gran Muralla China que limita con la frontera de Mongolia conocido como el «Arco Mongol», «La Muralla Larga Jin» o «La Muralla Liao Jin», ha sido objeto de estudio recientemente, en el primer estudio a profundidad de esta enigmática estructura.
El poco estudio de esta muralla se debe a encontrarse en un lugar remoto, las múltiples interrogantes sobre su uso y construcción, además de que no es una muralla impresionante como otros fragmentos de la Gran Muralla.
A pesar de que la investigación no logró determinar la datación exacta, sí descubrieron que la muralla presenta grandes brechas, lo que sugiere una construcción apresurada del sitio, lo que genera grandes cuestionamientos.
Sí bien es cierto que la Gran Muralla China se construyó para proteger el territorio de las invasores, este tramo no pareciera tener exclusivamente esa finalidad, debido a que sus torres de vigilancia no tienen vistas abiertas que den vista para prevenir el ataque de un ejército.
Por el contrario, pareciera que la estructura sirvió como un paso de animales y personas, probablemte un sitio de paso con fines tributarios.
La investigación estudió imágenes satelitales, atlas chinos y mapas de la era soviética, con documentos antiguos y trabajos de campo, lo que les ha llevado a esgrimir la hipótesis de que el lugar se construyó entre los siglos XI y XIII, durante la dinastía Jin en sus últimos años, no obstante, se necesitan mayores estudios arqueológicos que respalden este planteamiento.












