Luego de 16 años de trabajos de reparación y restauración, el palacio que alguna vez albergó a Filipo II de Macedonia, padre de Alejandro Magno, hoy ha sido reabierto al público que podrá disfrutar de este maravilloso fragmento de la historia en Vergina.
Desde 2007 al 2023 se realizaron los trabajos en el palacio del rey macedonio, que durante mucho tiempo estuvo sepultado bajo enormes capas de tierra, lo que dificultó durante mucho tiempo el hallazgo del sitio.
Los trabajos en el palacio no solo atañen al mantenimiento de la obra, sino a su soporte estructural, la restauración y reconstrucción de ciertas áreas de la edificación.
Durante los trabajos se encontraron numerosos restos materiales de diversas épocas, los cuales han sido analizados, además de que la restauración incluyó el área circundante al palacio, por lo que se trabajó en una superficie de 25 mil metros cuadrados.
El palacio de Filipo II fue una de las más grandes estructuras arquitectónicas de su época, con dimensiones superiores al Partenón; no obstante, cuando los romanos llegaron a la ciudad de Aigai, destruyeron el edificio y utilizaron sus materiales para otros proyectos de construcción.