Las obras que se están realizando en la calle San Juan del centro de Segovia, la calle que ejerce de principal acceso a la ciudad amurallada, ha sacado a la luz los restos arqueológicos que se preveían antes de iniciar las obras.
Así, han aparecido la cimentación de la Puerta de San Juan, la que fue derribada hace 130 años, y un cubo de la muralla medieval de Segovia.
La puerta, datada en el siglo XVI, se derribó en 1888 con el objetivo de ensanchar la calle y con esa medida, permitir el acceso de los carruajes.
Estos cimientos son lo único que se conserva de la puerta y se conocía su ubicación en el lugar, por lo que se volverán a documentar y añadir en la planimetría, además de realizarse diversos estudios añadidos, para luego volver a conservarlos bajo tierra al ser la única opción disponible para que no interfieran con el uso normal de la calle.
Imagen: Fundación Caja Segovia