Reseña de Assassin’s Creed Syndicate
La trama principal transcurre con el usuario anónimo que ya conocimos en Assassin’s Creed Unity que ahora se ha convertido en un Asesino iniciado, es contactado por Bishop y esta vez le encarga la tarea de revivir los recuerdos de los Asesinos Gemelos Jacob y Evie Frye para encontrar un fragmento del Edén escondido en Londres.
En 1868, en plena segunda revolución industrial, Henry Green, hijo del Asesino indio Arbaaz Mir, escribe a la hermandad de asesinos de Londres pidiendo ayuda para evitar que el imperio británico caiga bajo la influencia de la orden templaria.
Los gemelos Frye entran en contacto con Arbaaz y deciden colaborar con él para menguar el dominio templario.
Ambos hermanos tienen planes distintos de como lograr su objetivo, mientras que Jacob intenta crear su propia banda, Los Rooks, saboteando y asesinando a los templarios para tomar el control de Londres, Evie aconseja encontrar primero el Fragmento del Edén.
Alternando el control entre los gemelos conquistaremos poco a poco Londres e indagaremos para encontrar el fragmento del Edén y liberar a los trabajadores del yugo de los templarios y su líder Crawford Starrick.
Contexto histórico de Assassin’s Creed Syndicate
En esta entrega se recrea una Londres inmersa en la segunda revolución industrial, con los trenes como medio de transporte principal.
Syndicate se mete de lleno en Londres mostrando una recreación exhaustiva de la arquitectura de la ciudad.
En Londres conoceremos a figuras históricas como el escritor Charles Dickens, conocido por su “Cuento de Navidad” o Karl Marx, pensador socialista padre del Marxismo.
Charles Darwin también tiene un papel fundamental ayudando a los protagonistas con sus conocimientos en biología.
Otras eminencias históricas que tienen su cameo en el juego son Winston Churchill, la reina Victoria y Alexander Graham Bell, inventor del primer teléfono.