Ulises, también conocido como Odiseo, fue uno de los héroes griegos más populares. Viajero y aventurero, sus hazañas se cuentan en la obra ‘La Odisea’ de Homero. Era hijo del rey de Ítaca, Laertes.
Cuando era niño llegó a la corte de su padre un arquero de los más afamados del momento, Eurito, poseedor del arco más poderoso de la tierra. Este arco era un regalo del dios Apolo.
En agradecimiento por la hospitalidad recibida, regaló el arco al joven Ulises. Años después, contrajo matrimonio con Penélope, con la que tuvo un hijo, Telémaco.
Cuando los griegos se dispusieron a partir hacia Troya, buscaron a Ulises. Éste no quería unirse al ejército, así que decidió fingir locura sembrando de sal los campos. Sin embargo, no le quedó otra opción que aceptar cuando los griegos pusieron delante del arado a su hijo.
Una de las primeras cosas que tuvo que hacer fue buscar a Aquiles en la corte de Licomedes para que acudiera a la guerra de Troya, ya que se había profetizado que los griegos ganarían la guerra si él les ayudaba.
Para ello, tuvo la idea de hacer regalos a las hijas del rey. Les obsequió con joyas pero también puso un escudo y una lanza.
Aquiles no pudo aguantar y se abalanzó sobre estos objetos, descubriéndose.
Durante el tiempo que duró la contienda se dedicó a idear acciones diplomáticas y militares pero desde un punto de vista estratégico, diferenciándose así de Aquiles, quien destacó por ser un gran guerrero y con gran fuerza física.
Ulises y la Guerra de Troya
Uno de los hechos más destacados fue la creación del famoso caballo de Troya gracias al cual los griegos lograron entrar en la ciudad y destruir Troya hasta los cimientos. Tras la victoria decidió volver a Ítaca, trayecto que le costaría completar 10 años.
La Odisea
Eolo, dios de los vientos, le había entregado a Ulises un odre muy especial para que le ayudase en el viaje. Este odre contenía todos aquellos vientos que podrían desviar la nave en la que se dirigía a su hogar, dejando fuera únicamente el viento que le guiaría directo a su destino.
Sin embargo, los marineros vieron el odre y pensaron que contenía vino, por lo que lo abrieron, liberando los malos vientos que había en su interior.
Sintiéndose frustrados, los vientos decidieron vengarse y zarandear la nave para que no llegase a du destino.
Aquí empezaron realmente sus aventuras. Algunas de las más conocidas son: la lucha contra el cíclope Polifemo, el tiempo que estuvo en la isla de Circe, el que pasó también en la isla de la ninfa Calisto, y sobre todo su encuentro con las sirenas.
Después llegó a Ítaca donde tuvo que luchar contra todos los pretendientes de Penélope, consiguiendo hacerse camino hasta que al final reinaron juntos en la isla.
Imagen: Domino Público
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