Hermann Göring (1893-1946) fue el mariscal más poderoso del Tercer Reich y jefe de la Luftwaffe, la fuerza aérea nazi. A diferencia de propagandistas como Goebbels o administradores de represión como Himmler, Göring fue el militar y economista del régimen, responsable de la producción armamentística y la estrategia aérea que definió la Segunda Guerra Mundial.
Nacido en Baviera en una familia aristocrática, Göring comenzó como piloto de combate en la Primera Guerra Mundial, donde fue héroe condecorado. Esta experiencia militar genuina le dio credibilidad que otros nazis carecían. Fue uno de los primeros seguidores de Hitler, participó en el fallido golpe de Munich en 1923 y eventualmente se convirtió en el segundo hombre más poderoso del Tercer Reich después del propio Führer.
Lo que distinguía a Göring era su control de poder real, no solo ideológico. Controlaba la Luftwaffe, la economía de guerra alemana y la policía estatal de Prusia. Era ambicioso, inteligente, corrupto y adicto a morfina, lo que intensificaba sus comportamientos erráticos. Acumuló riqueza extraordinaria mientras Alemania se hundía en la guerra.
Su legado fue el de un militar talentoso que se convirtió en corrupto totalitario, demostrando cómo la guerra y el poder absoluto pueden transformar incluso hombres capaces en monstruos grises. Se suicidó en 1946, un día antes de tener que se ejecutado tras los Juicios de Núremberg.
A continuación desarrollamos su formación militar, ascenso al poder, control de la Luftwaffe, economía de guerra y legado.
De piloto de combate a nazi: los orígenes de Hermann Göring (1893-1923)
Hermann Göring nació el 12 de enero de 1893 en Rosenheim, Baviera, en una familia aristocrática. Su padre, Heinrich Ernst Göring, fue un diplomático de alto rango, gobernador colonial en África. Su madre, Fanny Tiefenbrunn, era hija de un médico. La familia era culta, bien conectada pero no extraordinariamente rica. Esta mezcla de estatus aristocrático y recursos limitados definiría la personalidad de Göring: aspiraba a poder y estatus por encima de todo.
De niño, Göring mostró carácter fuerte y cierta arrogancia. Sus padres lo enviaron a escuelas militares, donde desarrolló fascinación por aviación y gloria militar. Después de la escuela, Göring ingresó al ejército alemán como oficial de infantería en 1912. Cuando estalló la Primera Guerra Mundial en 1914, sirvió en las trincheras, pero rápidamente se aburrió de la infantería. En 1915 se transfirió a la aviación, entonces una rama experimental del ejército.
Como piloto, Göring demostró talento genuino. Voló cazas Fokker y derribó 22 aviones enemigos antes del fin de la guerra, convirtiéndose en as de combate respetado. En 1918, fue nombrado comandante de la famosa escuadrilla Richthofen, la unidad de élite de aviación alemana. Sus compañeros pilotos lo respetaban como soldado competente, aunque notaban su carácter arrogante y amor por la gloria personal.
Cuando la Primera Guerra Mundial terminó en 1918, Göring quedó traumatizado por la derrota. Como muchos oficiales militares alemanes, adoptó la ficción de que Alemania había sido traicionada por políticos civiles, no derrotada en batalla. Esta narrativa lo hizo receptivo al radicalismo de derecha. En 1920, participó en intentos de golpe de derecha contra la República de Weimar. En 1923 se unió al Partido Nazi, atraído por su promesa de restauración nacional.
Ascenso al poder junto a Hitler (1923-1933)
Cuando Göring conoció a Hitler en 1923, quedó impresionado por el carisma del Führer. Para Göring, Hitler representaba la posibilidad de restauración nacional y personal. Se convirtió en miembro de la Guardia de Asalto Nazi (SA) y jefe de seguridad de Hitler. Su credibilidad militar hizo que otros nazis lo respetaran, algo que Hitler apreciaba.
En noviembre de 1923, Göring participó en el fallido golpe de Munich, el intento nazi de derrocar el gobierno bávaro. Durante el golpe, fue herido de bala en la ingle, una herida que lo marcaría de por vida. Fue arrestado y encarcelado y durante su encarcelamiento en la prisión de Landsberg, fue tratado con morfina para el dolor. Esto marcó el comienzo de su adicción a opioides que lo acompañaría el resto de su vida.
Tras su liberación, Göring pasó varios años exiliado en Suecia y Dinamarca, donde su adicción a morfina se intensificó. Regresó a Alemania en 1927 cuando el Partido Nazi le permitió volver. Durante los años de la República de Weimar, se mantuvo cerca de Hitler, consolidando su posición como uno de los nazis más poderosos. En 1928, fue elegido al Reichstag, ganando popularidad como orador y militar creíble.
Cuando Hitler llegó al poder en enero de 1933, Göring fue recompensado inmediatamente. Fue nombrado ministro del aire y comandante en jefe de la Luftwaffe recién formada. Este cargo le dio control sobre la fuerza aérea más avanzada de Europa, lo que le permitiría convertirse en uno de los hombres más poderosos de Alemania.
La Luftwaffe: el arma aérea del Tercer Reich (1933-1939)
Como jefe de la Luftwaffe, Göring enfrentó un desafío inmediato: Alemania no tenía fuerza aérea moderna. El Tratado de Versalles había prohibido la aviación militar alemana y la industria necesitaba ser construida desde cero. Göring se lanzó a esta tarea con energía, reclutando pilotos, ingenieros y diseñadores. Utilizó sus conexiones diplomáticas para obtener tecnología extranjera, a menudo mediante sobornos y corrupción.
Entre 1933 y 1939, Göring transformó la Luftwaffe en la fuerza aérea más moderna de Europa. Diseñó el Messerschmitt Bf 109, caza que sería la espina dorsal de la aviación alemana durante toda la guerra. También desarrolló bombarderos como el Heinkel He 111 y Junkers Ju 87, este último famoso por sus ataques de picada terroríficos.
La estrategia de Göring para la Luftwaffe enfatizaba superioridad numérica, velocidad táctica y apoyo directo a fuerzas terrestres. A diferencia de teóricos de bombardeo británicos que creían en bombardeo estratégico independiente, Göring vio la Luftwaffe como herramienta de apoyo al ejército. Esta diferencia estratégica tendría profundas consecuencias durante la guerra.
Göring aprovechó la Guerra Civil Española (1936-1939) para probar nuevas tácticas aéreas y equipamiento. Envió la Legión Cóndor, unidad de voluntarios alemanes, para apoyar a Franco. Los éxitos de la Legión Cóndor dieron a Göring confianza, aunque los objetivos tácticos no siempre se tradujeron en aprendizajes estratégicos para guerra más grande.
Durante estos años, Göring también fue nombrado comisario del plan de cuatro años en 1936, dándole control sobre la economía de guerra alemana. Esto lo convirtió no solo en militar sino también en economista de facto del Tercer Reich. Su corrupción durante este período fue legendaria. Acumuló colecciones de arte, propiedades y riqueza mediante confiscación de propiedades judías, sobornos y fraude descarado.
La guerra del aire: triunfo y declive (1939-1945)
Cuando la Segunda Guerra Mundial comenzó en septiembre de 1939, la Luftwaffe era la fuerza aérea más avanzada del mundo. Göring confiadamente predijo que podría dominar cualquier enemigo aéreo. En las campañas iniciales contra Polonia y Francia, sus predicciones parecieron correctas. La Luftwaffe proporcionó apoyo aéreo crucial que ayudó a la victoria rápida francesa en 1940.
Sin embargo, la Batalla de Inglaterra (1940-1941) demostró las limitaciones de Göring como estratega. Ordenó bombardeos de ciudades británicas esperando que la población civil se rindiera. La estrategia falló. Los británicos, bajo el mando del Air Chief Marshal Hugh Dowding, utilizaron el radar recién desarrollado para interceptar bombarderos alemanes. Göring perdió la batalla y, más importante, perdió la iniciativa aérea que nunca recuperaría.
La derrota en la Batalla de Inglaterra fue el primer fracaso significativo de Göring. Había prometido a Hitler dominio aéreo completo, y falló. Su confianza se vio sacudida, aunque nunca admitió responsabilidad. En cambio, culpó a sus generales y a insuficiencia de producción.
Cuando Alemania invadió la Unión Soviética en junio de 1941, la Luftwaffe nuevamente proporcionó apoyo aéreo inicial importante. Sin embargo, la enormidad del frente soviético gradualmente abrumó la fuerza aérea alemana. Los soviéticos produjeron aviones en cantidades masivas que superaron por mucho la capacidad alemana. La Luftwaffe, nunca diseñada para guerra prolongada, se vio progresivamente agotada.
A medida que la guerra se prolongó, Göring enfrentó una creciente presión. Los bombarderos aliados atacaban la industria alemana, ciudades e infraestructura. Göring prometió proteger Alemania de bombardeos, pero su fuerza aérea no pudo hacerlo. Eventualmente, fue incapaz de proporcionar cobertura aérea ni en frentes europeos ni en defensa del territorio alemán.
Corrupción, adicción, y declive (1942-1945)
Durante los últimos años de la guerra, la salud y la capacidad de Göring se deterioraron significativamente. Su adicción a la morfina se intensificó bajo el estrés de guerra. Se volvió errático, con cambios de humor extremos: un día era arrogante y confiado, al siguiente deprimido y furioso. Sus generales de la Luftwaffe aprendieron a trabajar alrededor de su comportamiento impredecible.
Su corrupción también se intensificó. Mientras Alemania enfrentaba hambruna creciente y escasez de materiales, Göring continuaba acumulando arte, joyas y propiedades. Organizó pillaje sistemático de arte europeo, especialmente de colecciones judías y de élite francesa. Cuando la guerra terminó, su colección era una de las más grandes de arte robado jamás reunidas.
Göring también fue responsable de decisiones económicas desastrosas. Como comisario del plan de cuatro años, implementó políticas de guerra que maximizaban la producción de corto plazo a costa de l sostenibilidad. Esto contribuyó al agotamiento de recursos alemanes que hizo la guerra aún más difícil de sostener.
En 1943, después de la derrota en Stalingrado, Hitler comenzó a cuestionarse sobre Göring. Aunque nunca lo reemplazó completamente, su poder comenzó a erosionarse. Otros nazis, especialmente Heinrich Himmler, ganaron influencia. Góring se retiró cada vez más, pasando tiempo en sus propiedades campestres, lejos de Berlín y del centro del poder.
Captura, juicio y muerte: el final de Hermann Göring (1945-1946)
Cuando la Unión Soviética cerró sobre Berlín en abril de 1945, Göring fue evacuado hacia el sur de Alemania. Había intentado negociar su posición en los últimos meses, pero Hitler lo destituyó cuando sugirió que podría asumir el liderazgo si el Führer no podía continuar. En mayo de 1945, cuando Alemania se rindió sin condición, Göring fue capturado por fuerzas estadounidenses en el pequeño pueblo de Zell am See, en Austria.
Lo trasladaron a una prisión estadounidense donde enfrentó la perspectiva de juicio por crímenes de guerra. Al principio fue tratado como un prisionero ordinario, aunque sus guardias rápidamente descubrieron quién era: uno de los nazis más buscados. Lo transferirían a una prisión militar especial donde fue mantenido bajo vigilancia extrema. Durante este tiempo, lo desintoxicaron de su adicción a la morfina, un proceso agonizante que lo dejó físicamente debilitado pero mentalmente más lúcido.
En octubre de 1945, llevaron a Göring a Núremberg para el juicio junto con otros líderes nazis. El tribunal militar internacional había sido establecido para juzgar los crímenes de guerra nazis. Lo acusaron de conspiración, crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y represalias brutales contra civiles. Las acusaciones venían abrumadoramente documentadas: evidencia de pillaje sistemático de arte robado, decisiones sobre bombardeos que habían matado civiles, supervisión general de la política de guerra alemana.
Durante el juicio, Göring fue sorprendentemente efectivo defendiéndose. Aunque era culpable de prácticamente todo de lo que lo acusaban, fue inteligente, articulado y frecuentemente desafiante ante el tribunal. Argumentaba que simplemente había seguido órdenes de Hitler, que sus decisiones militares habían sido justificadas en el contexto de la guerra y que mucho de lo atribuido a él era exagerado o distorsionado. Sus compañeros acusados lo veían como uno de los pocos nazis que no se rendía completamente ante los jueces.
Sin embargo, la evidencia era devastadora. Los documentos capturados mostraban claramente sus decisiones sobre represalias brutales contra civiles. Testimonios de oficiales militares confirmaban su corrupción masiva, sus robos de arte, sus enriquecimientos mientras Alemania se hundía. Supervivientes de campos de concentración testificaron sobre los crímenes cometidos bajo su jurisdicción. El tribunal determinó que era culpable en todos los cargos sin excepción.
Lo condenaron a muerte por ahorcamiento el 1 de octubre de 1946. Apeló la sentencia, pero fue rechazada. La ejecución estaba programada para el 16 de octubre de 1946. Sin embargo, la noche anterior, Göring logró obtener una cápsula de cianuro que había escondido cuidadosamente. A las 2:45 de la madrugada del 16 de octubre, lo encontraron muerto en su celda. Había tragado el cianuro, evitando la ejecución por ahorcamiento que probablemente veía como humillante para alguien de su rango.
Su muerte fue irónica de cierta forma. Göring había predicho que sería ejecutado, pero siempre insistía en que moriría «como soldado», no como criminal ejecutado en la horca. Al elegir suicidio por cianuro, intentó mantener control sobre su propio final. Sus guardias lo encontraron en la cama, vestido pulcramente, con compostura casi aristocrática incluso en la muerte. En una última carta escribió que no podía permitir que su cuerpo fuera arrastrado por una cuerda alrededor del cuello.
El legado de Göring fue el de un militar realmente talentoso que fue corrompido completamente por el poder absoluto. Demostró que incluso la competencia genuina puede ser pervertida al servicio de un régimen criminal. Su colección de arte robado fue recuperada después de la guerra, dispersada entre museos europeos y familias cuyos bienes había saqueado.
Su nombre permaneció como sinónimo de corrupción nazi y su muerte de cierta forma encapsulaba la naturaleza misma de la derrota nazi: no victoria, sino colapso total seguido por la justicia de los vencedores.
Tabla comparativa: generales de la Segunda Guerra
| Militar | País | Rol principal | Especialidad | Destino |
|---|---|---|---|---|
| Hermann Göring | Alemania | Jefe Luftwaffe, economía | Aviación, corrupción | Suicidio en Núremberg (1946) |
| Erwin Rommel | Alemania | Comandante norte de África | Táctica ofensiva | Suicidio forzado (1944) |
| Dwight Eisenhower | Estados Unidos | Comandante Supremo Aliados | Coordinación estratégica | Presidente USA (1953-1961) |
| Bernard Montgomery | Gran Bretaña | Comandante fuerzas terrestres | Defensa táctica | Mariscal de Campo (retiro 1976) |
| Georgy Zhukov | URSS | Mariscal estratega | Ofensiva coordinada | Supervivencia post-guerra |
Preguntas frecuentes sobre Hermann Göring
¿Quién fue Hermann Göring?
Hermann Göring (1893-1946) fue mariscal del Tercer Reich, jefe de la Luftwaffe, y uno de los nazis más poderosos. A diferencia de otros nazis que ganaron poder mediante ideología o represión, Göring ganó poder mediante competencia militar genuina y después corrupción masiva.
¿Cuál fue su rol en la Segunda Guerra Mundial?
Göring fue responsable de la Luftwaffe, la fuerza aérea alemana, y de la economía de guerra alemana como comisario del plan de cuatro años. Su estrategia aérea enfatizaba apoyo a fuerzas terrestres. Sus decisiones fueron cruciales en campañas iniciales de Alemania, aunque eventualmente la Luftwaffe fue superada por fuerzas aéreas aliadas.
¿Por qué Göring perdió la Batalla de Inglaterra?
Göring perdió la Batalla de Inglaterra porque subestimó la defensa aérea británica, especialmente el radar recién desarrollado. También estratégicamente enfatizó bombardeos de ciudades sobre intercepción de bombarderos alemanes. Los británicos bajo Hugh Dowding ganaron mediante tecnología, tácticas inteligentes, y resistencia determinada.
¿Cómo se convirtió Göring en adicto a la morfina?
Göring fue herido en la ingle durante el fallido golpe de Munich en 1923. Fue encarcelado y tratado con morfina para el dolor. Desarrolló dependencia durante el encarcelamiento y permanecería adicto el resto de su vida, lo que eventualmente afectó su juicio y comportamiento.
¿Cuál fue la extensión de la corrupción de Göring?
Göring fue uno de los nazis más corruptos. Acumuló arte robado, propiedades, joyas, y riqueza mediante confiscación de propiedades judías, sobornos sistemáticos, y fraude directo. Cuando Alemania fue ocupada, sus colecciones de arte fueron encontradas escondidas. Fue extraordinariamente rico mientras Alemania se hundía en la pobreza.
¿Por qué Hitler mantuvo a Göring a pesar de sus fracasos?
Hitler mantuvo a Göring parcialmente porque valoraba su lealtad personal, parcialmente porque reemplazarlo habría significado admitir error de juicio, y parcialmente porque Göring conservaba cierto poder militar que Hitler quería controlar. Sin embargo, en 1945, Hitler finalmente lo destituyó cuando Göring sugirió asumir liderazgo.
¿Cómo murió Göring?
Göring fue capturado por fuerzas estadounidenses en mayo de 1945. Fue juzgado en Núremberg y condenado a muerte por crímenes de guerra. La noche antes de su ejecución programada, en octubre de 1946, tragó cianuro que había escondido, evitando la ejecución por ahorcamiento.
¿Cuál fue su legado histórico?
El legado de Göring es el de un militar competente que se convirtió en corrupto totalitario. Demostró que incluso hombres de talento genuino pueden ser transformados por poder absoluto, guerra, y ausencia de controles democráticos. Su historia ilustra cómo instituciones militares pueden ser pervertidas al servicio de regímenes criminales.
Fuentes y bibliografía
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- Kershaw, Ian. Hitler: A Biography. W.W. Norton, 2008.
- Breitman, Richard. The Architect of Genocide. Knopf, 1991.
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