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La cultura olmeca fue una de las grandes civilizaciones mesoamericanas y de las más significativas del prehispánico.
Su desarrollo se generó a lo largo de lo que hoy es la costa del Golfo de México desde el 1200 – 400 a.C. aproximadamente andes de caer en un declive hasta hoy desconocido.
Los olmecas fueron grandes artistas conocidos por el desarrollo de grandes monumentos, en especial las cabezas colosales, así como sus trabajos de pintura rupestre.
Las piezas que sobreviven aún muestran acabados impresionantes, cuyos significados se acercan más a lo religioso y político mostrando a lo que quizás fueron gobernantes o dioses.
Características de la civilización olmeca
Civilización olmeca: ubicación geográfica
Los primeros habitantes olmecas en establecerse en lo que hoy es México, lo hicieron en la región comprendida por la parte sur de Veracruz y al oeste de Tabasco, entre el río Papaloapa y Grijalva, sobre el Golfo de México, cuya área ocupada fue de 18.000 kilómetros cuadrados.
Asimismo, limita por las montañas conocidas como Tuxtlas, mientras que por la Sierra del Sur se halla el área metropolitana donde habitó el clímax, en el que quizás se establecieron las posibles capitales.
Esto muestra que, naturalmente, para ellos era de mucho mayor beneficio estar cerca de los ríos, considerando no solo el acceso al agua para su consumo personal, sino para sus cultivos a medida que se apropiaban de la proximidad de los bosques e incluso de las lluvias eventuales.
Las ciudades olmecas
Fueron dos posibles periodos en los que se pueden dividir la civilización olmeca: Olmeca I y Olmeca II. Siendo el primero, el periodo desarrollado en San Lorenzo de Tenochtitlán con un gran peso cultural incluso mayor que La Venta.
Hoy día se siguen desarrollando excavaciones en busca de más yacimientos olmecas, lo que genera el desconocimiento del número total de ellos.
Sin embargo, pareciera que los centros principales de esta civilización fueron Tres Zapotes, San Lorenzo y La Venta, considerando que ha sido en ellos donde se ha hallado la mayor cantidad y más importante de impresionantes edificaciones y grandes esculturas.
Tres Zapotes
Los Tres Zapotes fue el centro ceremonial con más de 50 montículos que se encuentran agrupados de formas irregulares. La Estela C es quizás, el más importante hallazgo de todos, considerando que la fecha que posee es tipo maya, 31 a.C., y que además fue de evidencia para conocer la antigüedad de la cultura olmeca.
Estas fechas se situaban con sistemas de barras y puntos, que más adelante otras culturas como los zapotecos y los mayas las adoptarían. Su ubicación es en el Golfo de México, justo en el llano del río Papaloapan hacia el sur del estado de Veracruz. Su apogeo está fechado entre el 500 y el 100 a.C.
Aunque sea el menos conocido de la civilización olmeca, sobrevivió siendo contemporáneo a los anteriores. Este pueblo decaería entre el 100 a.C. y 100 d.C. aproximadamente.
San Lorenzo
San Lorenzo fue el centro ceremonial ubicado hacia la costa de las bajas tierras del estado de Veracruz, justo cerca del río Coatzacoalcos, con aproximadamente un kilómetros de sur a norte. Fue una plataforma de 50 hectáreas en su superficie y 45 metros de altura donde se construyeron sus estructuras.
Siendo el yacimiento que más se ha estudiado de esta civilización olmeca, del que además se ha trazado un mapa exclusivamente, desarrollado alrededor del 1300 a.C. Su asentamiento fue un desarrollo de estructuras habitacionales, así como plazas rectangulares, donde muchos basamentos de casas se encontraron.
La cantidad de personas que supone habitó estas tierras fue de al menos mil, aunque por ser un lugar de mucho tránsito de personas al funcionar como centro ceremonial, recibió a una cantidad mayor de personas. Una de las obras más destacadas en esta zona fue el sistema de control hidráulico construido en San Lorenzo.
La Venta
Según la datación por radiocarbono, en el 1100 a.C. comenzó la construcción de La Venta. Está ubicada en el extremo noreste de Tabasco en México como área arqueológica, a unos 15 kilómetros de la costa del Golfo de México.
Crece en una isla en medio de la zona pantanosa que forma el río Tonalá, la cual forma la frontera entre los estados de Veracruz y Tabasco. Tiene una orientación norte-sur y consta de la ocupación de 111 estructuras dentro de diez complejos.
La característica principal del sitio es el área A, que consta de diez montículos distribuidos en dos terrazas cerradas en el norte, montículo A-2. La muy deteriorada zona B y el complejo C en el norte, consisten en una amplia plataforma y una pirámide enorme cuya construcción fue realizada en arcilla, pero revestida en piedra.
Esta pirámide es la más antigua de Mesoamérica, la cual tiene 100.000 m³, mientras que su diámetro es de 128 metros, con una altura de 32 metros. El barro seco fue el elemento principal para la construcción de las edificaciones, siendo las de piedra casi inexistentes.
Los monumentos construidos por los olmecas en La Venta, fueron agrupados alrededor de una plaza que además fue rodeada de columnas de basalto. Esta cultura tenía un concepto respecto a los centros ceremoniales muy evidentes, así como los conceptos de simetría y orden.
La monumentalidad escultórica de este asentamiento se presentó desde el 1000 a.C. hasta el 600 a.C., siendo además, la ciudad más organizada de los olmecas. La destrucción de este sitio dio lugar entre el 500 y el 400 a.C. aproximadamente.
Características de la economía olmeca
La economía olmeca se centraba en los productos agrícolas gracias a su situación geográfica, en zonas húmedas y pantanosas, la cual favorecía la agricultura.
teniendo una fuerte influencia en el comercio tanto interno como con los pueblos aledaños, especialmente aquellos nómadas.
Incluso llegaron a comerciar con pueblos muy lejanos ubicados en México central y Guatemala, con quienes intercambiaban maíz, cacao, calabaza o frijoles.
También comercializaban con cristal de roca, obsidiana, magnética y jade, elementos que les permitían elaborar sus características máscaras.
La religión de los olmecas
Su religión era politeísta y sus dioses se centraban principalmente en la agricultura, aunque también veneraban deidades asociadas a los volcanes, los animales, el agua o el sol.
Sin embargo, el jaguar era el centro de su culto, el cual se encuentra representado en toda su iconografía, caracterizado con forma trapezoidal, con sus comisuras hacia abajo y un labio superior mucho más grueso, en tanto que en ocasiones se le añadían colmillos muy pronunciados.
En resumen, su boca era la tradicional “boca olmeca”.
La hipótesis más aceptada, dado a que no hay nada muy concreto, es que sus dioses se relacionaban con sus gobernantes, al mismo tiempo que habrían tenido una doctrina hacia su población, en donde se explicarían todos los aspectos destacados de la sociedad olmeca.
Lenguaje y escritura de los olmecas
Al ser la primera civilización mesoamericana, de aquí parten muchos descubrimientos y usos que posteriormente adoptarían otras culturas.
Sí se sabe que desarrollaron la escritura, la epigrafía y el calendario, el cual fue adoptado posteriormente por la civilización maya.
El arte olmeca
Le hemos dedicado un artículo específico al arte olmeca que puedes ver aquí.
