
Un equipo de arqueólogos ha descubierto un laboratorio astronómico en Perú de entre 3.500 y 4.000 años de antigüedad, que ha logrado sobrevivir a las condiciones climáticas de la región.
Situado en el yacimiento de Licurnique, en el norte del país, los investigadores han hallado un altar de piedra tallado con funciones astronómicas, las que servían para rastrear estrellas y poder predecir las lluvias, indispensables para los cultivos en la zona.
Manuel Curo y Juan Martínez, los arqueólogos que han localizado el sitio, han comentado que “es raro encontrar un complejo que combine influencias de los habitantes antiguos de la región, andinos e hispanos”.