En julio de 2018, un equipo del Servicio Arqueológico de la India (ASI, por sus siglas en inglés), desenterró carros de guerra, espadas y cascos en Sinauli, en el estado de Uttar Pradesh.
Recientemente los investigadores han fechado este hallazgo, que comprende entierros reales junto con carros, armas y objetos rituales, en aproximadamente 4.000 de antigüedad.
Según los investigadores, el descubrimiento de carros en el subcontinente indio es el primero de su tipo. Afirman que los habitantes del lugar también poseían armas similares a las que los mesopotámicos usaban cuando empleaban carros, espadas e incluso cascos en batalla en el 2.000 a.C.
El sitio arqueológico de Sinauli ha sido objeto de excavaciones desde 2005 y ha revelado la existencia de una necrópolis con más de 120 entierros, algunos de los cuales pertenecían a individuos de alto estatus, probablemente guerreros o líderes.
El aspecto más sorprendente de la excavación fue el descubrimiento de tres carros de guerra completos. Los arqueólogos también encontraron una serie de objetos como una antorcha, una espada, ataúdes ricamente decorados, cascos y una impresionante variedad de objetos de cobre. Los restos, sorprendentemente bien conservados, son similares a los encontrados en la fase tardía de la civilización Harappa.
Los estudios han mostrado que los objetos de Sinauli están asociados con la Cultura de la Cerámica Ocre, que floreció entre el 2.000 y el 1500 a.C. en el área donde convergen los ríos Yamuna y Ganges. Este período corresponde aproximadamente a la fase tardía de la Civilización del Valle del Indo.
Sinauli es el primer sitio arqueológico en el subcontinente indio que proporciona evidencia de carros, tumbas reales y carros con elementos bélicos durante la cultura OCP en el doab Ganga-Yamuna, lo que indica que los habitantes de Sinauli estaban involucrados en actividades bélicas.
El hallazgo de carros de guerra es particularmente notable porque sitúa a esta cultura al nivel de otras civilizaciones contemporáneas donde se conocía el uso de carros, como Mesopotamia y Grecia.
Curiosamente, la mayoría de los objetos de madera estaban cubiertos con láminas, incrustaciones y alambres de cobre, lo que evitó que se descompusieran durante casi 4.000 años. Las antigüedades recuperadas de esta cultura indican un alto grado de sofisticación en el trabajo de la madera y el cobre.
Motivos geométricos de cobre, como triángulos dispuestos en los radios de las ruedas, adornan los carros descubiertos en Sinauli, lo que indica que estos carruajes servían tanto como representaciones prácticas como simbólicas de autoridad y prestigio.
Otro descubrimiento importante en el sitio es un entierro real que contenía un ataúd de madera decorado con figuras antropomorfas de cobre, todas con cascos de doble cuerno y hojas sagradas de higuera.
En este mismo entierro se descubrieron dos carros completos, dos bastones decorativos de cobre, un látigo ornamentado, cuentas de oro y esteatita y numerosas piezas de cerámica. Todo esto apunta a un individuo de alto rango, posiblemente un comandante o jefe militar, que fue enterrado en esta tumba.
Anteriores evidencias de ataúdes de madera en el subcontinente indio se registraron en Harappa, el sitio de la civilización del Indo en el actual Pakistán, según escribieron los investigadores en su artículo.
La datación por radiocarbono de los restos de madera de los ataúdes y los carros, junto con los restos orgánicos descubiertos en los recipientes funerarios, respalda esta datación, situando a la cultura de Sinauli en la región durante una fase de transición entre las Edades del Cobre y del Bronce.