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Podrían haber encontrado los restos de Alfredo el Grande

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En el monasterio de la abadía de Hyde en Winchester (condado de Hampshire, Inglaterra) se ha desenterrado un hueso de pelvis que podría pertenecer, según los expertos, bien a Alfredo el Grande, que reinó a finales del siglo IX, o bien a su hijo Eduardo el Viejo.

alfredo el grande

La doctora Katie Tucker, que encontró un conjunto de restos óseos en el monasterio que no habían sido analizados,  ha comentado que fueron encontrados cerca del altar mayor. Según las crónicas y los registros, las fechas de la muerte y la edad de los huesos apuntan a que se trata de Alfredo el Grande o su hijo Eduardo el Viejo. Sin embargo, no existe un cementerio anglosajón en Hyde Abbey, por lo que los restos fueron probablemente traídos desde Wessex, como explica la doctora en este vídeo.

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El rey Alfredo (871-899) fue proclamado monarca de Wessex tras la muerte de su hermano, pero él mismo se autoproclamó rey de los anglosajones. Sus batallas contra los vikingos le permitieron ganarse el título de El Grande, único monarca inglés con tal apodo. Además, su programa de organización civil y de amparo de los pobres le elevó a la categoría religiosa de santo, siendo venerado por numerosas iglesias.

Al parecer, según demuestran las investigaciones realizadas en la Universidad de Winchester, los huesos corresponden a una persona fallecida a la edad de entre 26 y 45 años. La popular búsqueda de monarcas perdidos desde el descubrimiento del cuerpo de Ricardo III ha generado el reclamo por parte de los investigadores de más exploraciones arqueológicas en la abadía para buscar evidencias que permitan identificar fehacientemente los restos.

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Romántico, en el sentido artístico de la palabra. En mi adolescencia tanto familiares como amigos me recordaban una y otra vez que era un humanista empedernido, pues pasaba el rato haciendo lo que quizás otros no tanto, creyéndome Bécquer, inmerso en mis propias fantasías artísticas, en libros y películas, deseando constantemente viajar y explorar mundo, admirado por mi pasado histórico y por las maravillosas producciones del ser humano. Por ello decidí estudiar Historia y simultanear con Historia del Arte, porque me parecía la manera más adecuada de llevar a cabo las habilidades y pasiones que me caracterizan: leer, escribir, viajar, investigar, conocer, dar a conocer, educar. La divulgación es otra de mis motivaciones, pues entiendo que no hay palabra que tenga valor real si no es porque haya sido transmitida con eficacia. Y con ello, tengo la determinación de que todo lo que haga en mi vida tenga un fin didáctico.

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