El continente americano, desde la perspectiva paleontológica, es aún un gigante a medio explorar. Investigadores de muy diversas universidades, liderados por la de Copenhague, han secuenciado el genoma de un joven de hace 12.6000 años perteneciente a la cultura Clovis, cuyos restos se hallaron en una granja de Montana y son los más antiguos de Norteamérica hasta la fecha. El estudio de su ADN ha revelado que provenía de Siberia, desmontando algunas de las teorías clásicas sobre poblamiento americano.
Estas hipótesis en torno a la procedencia original de los primeros habitantes del continente han tenido dos vertientes: la que apoya la idea de que provinieron de Siberia atravesando el Estrecho de Bering, y la que defiende que cruzaron el océano helado desde Europa hasta Groenlandia. Pues bien, el ADN de este joven Clovis parece ser la prueba concluyente que confirma la primera teoría.
La cultura Clovis es conocida porque comparte en su tecnología lítica características muy similares, aunque se desconoce el origen de la misma. Es complicado, como comenta el arqueólogo Dr. Manica, ya que en Asia no existen semejanzas entre las puntas de flechas y lanzas con las de la cultura Clovis, que sin embargo sí aparecen en Europa.
Según el doctor, la evidencia del genoma asiático del niño de Montana desmantela la teoría del origen europeo. De acuerdo con sus afirmaciones, la oleada que penetró en el norte del continente americano hace 15.000 años provenía de Asia, y en América desarrolló la tecnología característica de Clovis. Algunos de estos pobladores permanecieron en el norte, mientras que otros se desplazaron al sur, donde también contamos con numerosos ejemplos de utilería de piedra del tipo Clovis.