La carrera espacial comenzó en el contexto de la Guerra Fría, cuando ambas naciones buscaban demostrar su poderío no solo en la Tierra, sino también en el espacio. Aunque comenzó como una competencia para ganar prestigio y demostrar poder tecnológico, también tenía implicaciones militares, ya que el dominio del espacio estaba vinculado al desarrollo de misiles balísticos intercontinentales.
Cohetes de propulsión en vehículos
En la década de 1920, Fritz von Opel junto con Max Valler fundaron el primer programa de cohetes del mundo, llamado Opel-Rak, que logró récords de velocidad para automóviles, vehículos ferroviarios y el primer vuelo tripulado con cohetes en septiembre de 1929.
La Gran Depresión provocó el fin del programa Opel-Rak, pero Max Valier continuó con los esfuerzos. Después de cambiar de cohetes de combustible sólido a cohetes de combustible líquido, murió mientras realizaba pruebas y se considera la primera víctima mortal de la naciente era espacial.
Aunque los alemanes, estadounidenses y soviéticos experimentaron con pequeños cohetes de combustión liquida antes de la Segunda Guerra Mundial, el lanzamiento de satélites y humanos la espacio requirió del desarrollo de misiles balísticos más grandes como el Aggregat-4, que se hizo conocido como el Vergeltungswaffe 2 desarrollado por la Alemania Nazi para bombardear Londres durante la guerra.
Después de la guerra, tanto Estados Unidos como la URSS adquirieron la custodia de los activos de desarrollo de cohetes alemanes que utilizaron para aprovechar el desarrollo de sus propios misiles.
Desarrollo de misiles balísticos
Poco después del final de la Segunda Guerra Mundial, los dos antiguos aliados se vieron envueltos en un estado de conflicto político y tensión militar conocido como Guerra Fría.
Los Estados Unidos y la Unión Soviética iniciaron programas de investigación de cohetes basados en el V-2 y otros diseños de guerra alemanes. En la Unión Soviética, el desarrollo inicial se centró en misiles capaces de atacar objetivos europeos.
Eso cambió en 1953 cuando recibió instrucciones de iniciar el desarrollo de un verdadero misil balístico intercontinental capaz de lanzar bombas de hidrógeno. Estados Unidos inició la investigación de misiles balísticos intercontinentales en 1946 con el proyecto RTV-A-2 Hiroc. No fue hasta el desarrollo del misil atlas en 1957, que los misiles intercontinentales en Estados Unidos fueron del todo funcionales.
Primeros satélites artificiales
En 1955, con Estados Unidos y la Unión Soviética construyendo misiles balísticos que podrían usarse para lanzar objetos al espacio, se preparó el escenario para la competencia nacionalista.
En anuncios separados con cuatro días de diferencia, ambas naciones anunciaron públicamente que lanzarían satélites terrestres artificiales para 1957 o 1958.
El Consejo de Ministros de la Unión Soviética inició una política de tratar el desarrollo de su programa espacial como ultrasecreto.
Cuando se aprobó por primera vez el proyecto Sputnik, uno de los cursos de acción inmediatos que tomó el Politburó fue considerar qué anunciar al mundo con respecto a su evento. La Agencia Telegráfica de la Unión Soviética(TASS) estableció precedentes para todos los anuncios oficiales sobre el programa espacial soviético. La información finalmente divulgada no ofreció detalles sobre quién construyó y lanzó el satélite o por qué se lanzó.
Al presidente Eisenhower le preocupaba que la Unión Soviética acusara a los estadounidenses de un sobrevuelo ilegal, consiguiendo así una victoria propagandística a su costa. Eisenhower y sus asesores opinaron que la soberanía del espacio aéreo de una nación no se extendía más allá de la línea Kármán y utilizaron los lanzamientos del Año Geofísico Internacional 1957-58 para establecer este principio en el derecho internacional.
Proyecto Sputnik
Korolev fue impulsado por los primeros lanzamientos exitosos del cohete R-7 en agosto y septiembre, que allanó el camino para el lanzamiento del Sputnik, moviéndolo al 4 de octubre. El vehículo de lanzamiento para PS-1 fue un R-7 modificado sin gran parte del equipo de prueba y equipo de radio que estaba presente en los lanzamientos anteriores.
El primer lanzamiento tuvo lugar el viernes 4 de octubre de 1957 exactamente a las 10:28:34 pm hora de Moscú, con el R-7 y el ahora llamado satélite Sputnik 1 despegando de la plataforma de lanzamiento y colocando el satélite artificial en órbita unos minutos más tarde.
Aproximadamente 95 minutos después del lanzamiento, el satélite sobrevoló su lugar de lanzamiento, y los ingenieros y el personal militar de Tyura-Tam captaron sus señales de radio: fue entonces cuando Korolev y su equipo celebraron el primer satélite artificial exitoso colocado en la órbita de la Tierra.
Creación de la Nasa
El 2 de abril de 1958, el presidente Eisenhower reaccionó al liderazgo espacial soviético al lanzar el primer satélite recomendando al Congreso de los Estados Unidos que se estableciera una agencia civil para dirigir las actividades espaciales no militares.
El Congreso, encabezado por el líder de la mayoría del Senado Lyndon B. Johnson, respondió aprobando la Ley Nacional de Aeronáutica y el Espacio. Esta ley convirtió al Comité Asesor Nacional de Aeronáutica en la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA).
El 21 de octubre de 1959, Eisenhower aprobó la transferencia de las actividades espaciales restantes del Ejército a la NASA. El 1 de julio de 1960, el Arsenal de Redstone se convirtió en el Centro de Vuelo Espacial George C. Marshall de la NASA, con von Braun como su primer director.
Con él se desarrolló posteriormente el Programa Apolo, el cual consiguió llevar por primera vez al hombre a la Luna.