Breve historia del nacimiento de la bomba atómica

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Leopoldo Ágreda Lovera
Nací en Mérida, un estado andino de Venezuela pero me crié en Caracas la ciudad donde crecí, observando el Ávila y haciéndome las preguntas más importantes sobre la vida, la sociedad y el universo, rodeado de árboles y el sabor agridulce de toda gran ciudad. En el trayecto de mi vida, conocí las calles y sus gentes, las cuales me ayudaron a formarme un mejor criterio de la existencia humana y las ciencias sociales, para luego estudiar en la Universidad Central de Venezuela, donde me he formado como historiador y pensador social. La lectura es uno de mis grandes vínculos con el pasado y la esencia de la humanidad, ya que como dijo Descartes, leer es como tener una conversación con las grandes mentes de la historia; el ajedrez es otra de mis grandes pasiones, ya que me ha ayudado a desarrollar una mejor comprensión de la vida, que junto a la música, forman los tres pilares de mis gustos actuales. Soy familiar, amante de la naturaleza y los animales, porque en ellos ves la esencia de la filosofía y de Dios.

La Segunda Guerra Mundial significó el desarrollo y creación de numerosas tecnologías, gracias en parte al avance científico que tuvieron los nazis, aunque también a la rápida carrera emprendida por los estadounidenses, tal como sucedió con el nacimiento de la bomba atómica de la mano de Robert Oppenheimer.

La creación de la bomba atómica

La creación de la bomba atómica cambió completamente la guerra y los miedos adherentes a ella, en cierto momento Robert Oppenheimer, animó a sus científicos diciéndoles que esta bomba significaría el final de las guerras; que a pesar de no ser del todo cierta esta afirmación, ciertamente el miedo nuclear ha ayudado a contener a las grandes potencias junto a otros grupos armados.

El descubrimiento de la fisión nuclear

El año de 1939 en Alemania se produjo el descubrimiento de lo que Lisa Meitner denominó “Fisión Nuclear”, en la que se logró dividir el núcleo de átomos de uranio, convirtiéndose éste procedimiento en el primer paso experimental para la construcción de la bomba atómica.

El descubrimiento se publicó bajo los nombres de Otto Hahm y Fritz Strassmann, omitiéndose el nombre de Lisa Meitner debido no solo a su condición de mujer, sino por tener origen judío en la Alemania Nazi.

Es importante recordar en este punto, que Otto Hahm y Lisa Meitner tuvieron una larga relación profesional, en la que tuvieron varias publicaciones juntos.

El miedo a una reacción nuclear en cadena

Sí bien es cierto que la fisión nuclear representó un gran paso para la ciencia, las implicaciones negativas de una reacción nuclear en cadena preocuparon a científicos como Albert Einstein y Leo Szilárd, quienes elevaron sus preocupaciones en una carta al presidente estadounidense Franklin Roosevelt.

Esta carta enviada el 2 de agosto de 1939, advertía de un posible peligro nuclear de parte de la Alemania Nazi, exhortando al gobierno estadounidense a desarrollar su propio programa para hacer una bomba nuclear, la cual podría hacer frente al peligro de los nazis.

En octubre de aquel año, el presidente Roosevelt recibió la misiva, desplegando sus primeras acciones para desarrollar lo que sería recordado por la historia, como el Proyecto Manhattan.

Los nazis y la bomba atómica

Aunque fue en Alemania donde se desarrolló el experimento de la fisión nuclear, los nazis encabezados por Adolf Hitler no estaban tan interesados en una bomba nuclear como se podría pensar por la carta Einstein – Szilárd.

Por el contrario a Hitler y el alto mando del Tercer Reich les interesó mucho más el proyecto de Berner von Braun, para desarrollar proyectiles de largo alcance como el V2.

En este sentido, Werner Heisenberg ganador del Premio Nobel en 1932 gracias a su trabajo sobre el “Principio de la Incertidumbre”, en el que señala que no se puede tener una certeza exacta de la posición de un electrón en el núcleo atómico, por lo que era necesario calcular dicha posición con procedimiento estadístico que arrojaría un lugar probable dentro del núcleo, fue el encargado del proyecto atómico.

A diferencia de los estadounidenses con su Proyecto Manhattan, Heisenberg no contó con el apoyo total del gobierno nazi.

Por el contrario, muchas veces era visto con recelo, investigado y seguido; algo que notablemente influenció en el nulo desarrollo de una bomba atómica nazi.

Con el paso del tiempo, los científicos Einstein y Szilárd se arrepintieron de haber escrito esa carta a Roosevelt, que hasta cierto punto, fue la piedra fundamental del Proyecto Manhattan.

Robert Oppenheimer y el nacimiento del Proyecto Manhattan

Desde 1941 se colocaron las bases del famoso Proyecto Manhattan que crearía la bomba atómica, aunque fue a finales de 1942 e inicios de 1943 cuando el proyecto propiamente, comenzó a llevarse a cabo.

En la rama militar el ahora General Leslie R. Groove, fue el encargado de buscar a los mejores científicos en las universidades estadounidenses, que le permitieran desarrollar el proyecto, aunque no fue hasta que conoció a Robert Oppenheimer, cuando comenzó a incluir a los científicos que trabajaron en la bomba.

Fue Robert Oppenheimer el que decidió llevar el proyecto a Nuevo México encargándose el General Groove de construir el laboratorio.

El laboratorio Los Álamos en Nuevo México

Robert Oppenheimer
Robert Oppenheimer, el padre de la bomba atómica. Crédito: Dominio Público.

La captación de científicos para desarrollar la bomba atómica se manejó en total secreto.

A cada uno de los científicos invitados a formar parte, se les habló de ir junto a sus familias a una locación desconocida para utilizar sus conocimientos a favor de Estados Unidos, sin revelar las funciones que tendrían ni ninguna otra información importante.

En Los Álamos, cada uno de los científicos vivió junto a sus familias rodeados de comodidades y distracciones, siendo muy célebre Oppenheimer por sus reuniones sociales.

El laboratorio Los Álamos donde nació la bomba atómica se inauguró el 1 de abril de 1943, manteniéndose activo durante poco más de dos años, cuando los científicos lograron tener éxito en detonar la primera bomba atómica de la historia.

La guerra, el uso de la bomba atómica y los problemas éticos de varios científicos

Los últimos años de la Segunda Guerra Mundial veían diluirse cada vez más la fuerza de los nazis, lo que colocaba en duda la naturaleza del proyecto, ya que la bomba se creó para hacer frente a la amenaza de los alemanes, que cada vez se veían más acorralados.

Este hecho propició que muchos científicos comenzaran a cuestionar su adherencia al proyecto, ya que empezaron a intuir la vasta destrucción que provenía de sus avances, junto a un peligro mundial que se avecinaba en el futuro.

Por ello, en los primeros meses de 1945 muchos científicos desertaron, debido a esa posición ética.

Oppenheimer buscó solucionar este problema apelando a la retórica y la importancia del proyecto, señalando que al crear una bomba de esta magnitud podría ponerse fin a la guerra de una vez por todas, debido al miedo general que significaría tener dicho armamento.

La primera bomba atómica: ‘Trinity’

El 12 de abril de 1945, fue el día en que el presidente Franklin Roosevelt falleció, acabándose la vida de el gran líder estadounidense durante la guerra, además del gran mecenas del proyecto nuclear.

Ese año también se recuerda por el suicidio de Hitler el 30 de abril, y la rendición de los nazis el 8 de mayo, por lo que la presión de varios científicos del Proyecto Manhattan al terminar la guerra aumentó, pero la bomba se terminó con éxito el 16 de julio de 1945.

Se llamó Trinity y se produjo la explosión a las 5:29 am, iniciándose una nueva etapa en la humanidad, quedando patente su nivel de destrucción los días 6 y 9 de agosto de 1945, en los ataques a Hiroshima y Nagasaki en Japón.

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