El arte grecorromano se caracteriza por haber sido un momento específico de la historia del arte, en el que se representó el arte romano como una toma de ideas e influencias del arte griego.
Tanto la civilización griega como romana se superpusieron entre sí cuando Roma entabló un protectorado sobre Grecia que permaneció al menos 500 años aproximadamente.
Fue durante este tiempo en el que los romanos estuvieron en una búsqueda constante de ideas para el desarrollo de su cultura, especialmente en el ámbito artístico y arquitectónico.
Tomaron y copiaron muchos elementos de éstos, pero desarrollaron mucho más a partir de ellas, e incluso con muchas que no habían sido ideadas por los griegos. En este caso tenemos que los romanos se sirvieron de esta influencia para ir mucho más allá de los griegos.
Antecedentes del arte grecorromano
Para entender el arte grecorromano es importante saber, en primera instancia, que los precursores del arte griego fueron los Minoicos y Micénicos.

Ambas culturas desarrollaron construcciones arquitectónicas de grandes tamaños que funcionaban como palacios, siendo el más famoso el de Knosos, en Creta.
La influencia de la cultura minoica
El arte minoico es uno de los que más influenciaron el arte grecorromano.
La arquitectura se basaba en dinteles sujetos por columnas, muchas de ellas muy coloridas.
Además de ello, los minoicos solían pintar frescos en sus paredes, cuyas representaciones eran en su gran mayoría naturalistas, tal como delfines y toros, entre otros.

No solo pintaban murales o en paredes internas como parte de la decoración de sus construcciones, sino que también pintaban en sus cerámicas.
La influencia de la cultura micénica
Los micénicos por su parte, fueron los que levantaron las primeras Acrópolis y murallas enormes. Sobre los dinteles de las entradas de éstas, solían colocar relieves de seres protectores.

Asimismo, construyeron unas salas que funcionaban como lugar de rituales, el megaron.
También se dedicaron a levantar unas cámaras abovedadas funerarias llamadas tolos, siendo un ejemplo de ello la Tumba de Agamenón.
Tras la invasión Doria, estas culturas entraron en una época de decadencia, la Época Oscura, que acabó en el 776 a.C. año en el que comienza la civilización conocida como la Griega.
El arte Griego
En este punto de la historia del arte tanto la arquitectura, como la escultura, la pintura e incluso la poesía, se comienzan a desligar progresivamente del idealismo religioso para dirigirse a un camino propio: el camino de la belleza, la estética, la armonía o de la sensualidad.

Es en este periodo cuando surge el nacimiento del arte como disfrute, sin la necesidad de estar atado a una función.
En la arquitectura griega se empleó de todo, aunque destacan las construcciones realizadas en mármol blanco, un ejemplo de ello es El Partenón, el cual fue levantado por Ictino, Calícrates y Fidias, en la Acrópolis de Atenas en el gobierno de Perícles.
Templos arquitectónicos griegos
Los templos griegos solían estar rodeados de columnas, los peristilos. Estos, tenían una planta formada por la capilla o naos, el vestíbulo o pronaos, y la parte trasera, el opistodomos. Siendo uno de los elementos arquitectónicos más característicos, las columnas.
Fueron las columnas griegas levantadas sobre la plataforma del templo con o sin basamento. Esto lo continuaban con el fuste normalmente estriado, y culminaban en un capitel, el cual podían ser dórico, jónico o corintio.

Sobre este capitel se ejercía el entablamento dividido en un arquitrabe, un friso y la cornisa (básicamente el tejado). Muchas veces, en vez de columnas, se colocaban esculturas de hombres o mujeres, los atlantes y las cariátides respectivamente.
Otros edificios públicos que destacaron fueron los teatros, como el Teatro de Epidauro; igualmente los estadios, como el Estadio de Afrodisias; los hipódromos o los gimnasios.
Toda la ciudad estaba planificada en un Plano Hipodámico con calles rectas y ordenadas. Cada ciudad tenía su plaza o ágora, una zona de templo y la zona residencial entre otros.

Pintura griega
De la pintura griega es poco lo que haya perdurado, lamentablemente. Solo quedaron algunas obras sobre cerámica muy contada. Lo que muchos historiadores conocen por pintura griega, lo saben por murales y pinturas romanas.
Si hablamos de copias empleadas por los romanos, aquí se puede conocer un poco de ella, sin dejar de considerar que Roma también desarrolló otras técnicas que no se veían en Grecia.

De los mayores ejemplos que se pueden obtener al respecto, se encuentran en los frescos que aún quedan en las ruinas de Pompeya y Herculano.
Escultura griega
Lo que sobrevivió de la escultura griega fue, en gran medida, copias romanas. Todas ellas comenzaron siendo rígidas, aunque fueran cambiando con el tiempo, especialmente por dirigirse a una búsqueda de belleza, tanto como a la simetría, la armonía y la idealización.
Un ejemplo de ello es Mirón, el cuál buscó dotar de esta escultura el movimiento con su Discóbolo.

Policleto, por otro lado, buscó proporciones perfectas con su Doríforo, con un canon de proporciones perfectas; luego todo esto cambiaría a Lisipo.
Fidias, por otro lado, buscaba naturalidad en las formas al crear grandes esculturas de dioses tal como el Zeus Olímpico, o la Atenea del Partenón.
El cambio social y artístico tras la muerte de Alejandro Magno
Más adelante, tras la conquista macedónica y la muerte de Alejandro Magno llegaría la época Helenística, los temas comenzarían a cambiar.
La sociedad griega estaba en crisis, cosa que se reflejaría directamente en el arte. Se presentaron escenas donde destacaba la deformidad, la fealdad, la enfermedad, e incluso la vejez, con escenas angustiosas y dramáticas.
Un ejemplo de lo antes mencionado, lo encontramos en la escultura Laocoonte y sus hijos, atribuido a Agesandro, Polidoro y Atendoro de Rodas, actualmente en Roma, en los Museos Vaticanos.

Fue a partir de esta época cuando las guerras macedónicas llegaron los romanos y conquistaron toda Grecia.
El arte Romano
Fueron los griegos una fuente de mucha importancia en tanto a la influencia que generaron en la antigua Roma. Sin embargo, hay que considerar que fueron los Etruscos lo que también dejarían una gran fuente importante de legado, especialmente en tanto al desarrollo artístico.
La influencia etrusca para los romanos
Los etruscos levantaron templos similares a los griegos, como el Templo de Veyes; así como también ejercieron vastas Necrópolis con varios hipogeos (tal como la Necrópolis de Cerveteri), con diversas pinturas coloridas y alegres con muestras de la vida cotidiana, y temas de la muerte.
Los sarcófagos también tenían relieves del muerto, muchas veces en solitario o acompañado por su esposa.

Las esculturas tanto etruscas como romanas terminaron mezclándose, siendo entre la escultura etrusca en bronce la que más destaca la Loba Capitolina atribuido a Luperca, como símbolo de la fundación de Roma hacia el 753 a.C. según la leyenda.
El pragmatismo romano
La cultura romana era mucho más pragmática que la griega; la cual, con el tiempo, abandonaría el idealismo en su arte, para convertirlo todo de una manera mucho más práctica. Los romanos destacaron en general en su urbanismo.
Al igual que en Grecia, construyeron las ciudades siguiendo el Plano Hipodámico, con el foro en medio y dos grandes avenidas: norte – sur y este – oeste; el cardus maximus y el decumanus.
Los templos comenzaron siendo copiados de los griegos, aunque los romanos añadirían elementos completamente novedosos, tal como las grandes bóvedas tal como en el Panteón de Agripa.

Otras bóvedas serían usadasen construcciones de enormes basílicas como la Basílica de Majencio; también en termas como la las Termas de Caracalla, que son hoy día las mejores conservadas.
Asimismo, también levantaron teatros a imitación griega, aunque los Romanos innovarían creando anfiteatros, tal como el más conocido Coliseo Romano, e incluso el Anfiteatro de El Djem en Túnez, el cual se usaba para la lucha de gladiadores.

Por otro lado, también se construyeron circos, tal como el Circo Máximo para carreras de carros, el cual se construyó bajo el poder del Lucio Tarquinio Prisco, quinto rey de Roma, al que cualquier romano podía acceder ya que era gratuito.
La arquitectura romana
Además de todas las construcciones ya mencionadas, levantadas por la civilización romana, también, a diferencia de los griegos, hicieron uso del arco de medio punto con los que crearon grandes acueductos para poder transportar aguas desde ríos a ciudades.
Asimismo, crearon también puentes como arcos del triunfo para los mejores emperadores, tal como el Arco de Constantino, entre otros. Otras maneras de honrar a los emperadores era construyendo columnas en su honor.
Un ejemplo de ello es la Columna Trajana con relieves de las campañas victoriosas del emperador Trajano.

Muchas de las columnas romanas siguieron las órdenes de los griegos, pero se crearon nuevos como el orden toscano y el orden compuesto; estos eran básicamente una mezcla que iba entre el jónico y el corintio.
Las viviendas romanas
En la ciudad de Roma existieron dos tipos de viviendas: las Domus, estas eran para las personas más ricas; el otro tipo de viviendas eran las Insúlas que eran para las comunidades pobres.
Estas eran los típicos bloques de viviendas con tiendas en la planta baja.
Sin embargo, también existían villas en las afueras, donde veraneaban muchas familias ricas, donde además tenían a sus esclavos arando la tierra.
La más importante de todas es la Villa Adriana, la cual fue construida por el emperador Adriano.

Muchas de las paredes de estas casas se encontraban decoradas con frescos muy coloridos, los cuales representaban escenas cotidianas, del trabajo, de animales; siendo también típico el mosaico, muchos formados por teselas muy pequeños.
Las calzadas romanas
Otras de las obras también construidas por los romanos fueron las calzadas, siendo estas las carreteras de la antigüedad. Estas lograron unir un sinfín de ciudades por toda la zona mediterránea y más.
Además, construyeron también grandes represas (el Embalse de Proserpina es un ejemplo de ello), también puertos como el de Ostia, así como faros como el de la Torre de Hércules.
Esculturas romanas
Los romanos también realizaron esculturas, algunas de ellas ecuestres, tal como la Estatua Ecuestre de Marco Aurelio. Fueron muchos los que existieron, así como relieves, que en general representaban a personas en narraciones o retratos.

Entre los materiales que más se emplearon para ellos fue el mármol y el bronce.
Los romanos, sin embargo, también crearon obras en madera, marfil, cerámica e incluso vidrio. Una de las mayores preocupaciones de esta civilización fue el realismo en las figuras que representaban (nótenlo en esculturas como la del Busto de Caracalla, entre otras).
A pesar de ello, tras la crisis del siglo III, todo se iría simplificando, teniendo retratos un tanto más hieráticos.
El fin del arte grecorromano
Tras el caos ocasionado por las invasiones, estos estilos terminarían perdiéndose, dando lugar a un arte mucho más simplificado.
Tendrían que pasar al menos mil años para que la gente decidiera retornar a este canon clásico que aspiraba no solo al realismo, sino a la imitación a la naturaleza con el Renacimiento.
La búsqueda de la belleza artística, más allá del idealismo religioso que se desarrollaría en la Edad Media, no tomó nada del arte grecorromano, pero de alguna u otra forma, los renacentistas lo tomarían con mayor potencia.