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La prehistoria abarca millones de años de evolución humana, desde los primeros homínidos en África hasta la aparición de las primeras civilizaciones. Aquí encontrarás un recorrido completo por la hominización, el Paleolítico, el Neolítico y las primeras civilizaciones organizadas.
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La prehistoria humana abarca un período extraordinario que se extiende durante millones de años, desde los primeros homínidos hasta la aparición de la escritura y las primeras civilizaciones organizadas. Este vasto lapso temporal representa la transformación más profunda de nuestra especie: de criaturas frágiles dependientes de la naturaleza, a seres capaces de domesticar plantas y animales, construir ciudades y crear sistemas de gobierno complejos.
La historia de la humanidad comienza en África hace aproximadamente 6-7 millones de años, cuando nuestros ancestros se separaron de los primates. Durante el Paleolítico, período que abarca cerca del 99% de la existencia humana, nuestros antepasados vivieron como cazadores-recolectores, desarrollando herramientas cada vez más sofisticadas, dominando el fuego, creando arte rupestre y estableciendo complejas estructuras sociales. Estos primeros humanos no eran seres primitivos sin inteligencia, sino adaptadores brillantes que conquistaron prácticamente todos los ecosistemas del planeta, desde el ártico hasta los desiertos y las selvas tropicales.
El cambio más revolucionario en la historia humana ocurrió hace aproximadamente 12.000 años, durante el Neolítico. La transición de la caza y recolección a la agricultura fue tan profunda que los historiadores la denominan la «Revolución Neolítica«. Este cambio no fue inmediato ni uniforme: en diferentes regiones del mundo, las sociedades adoptaron la agricultura en momentos distintos, pero las consecuencias fueron universales. La capacidad de producir alimentos de manera controlada permitió que las poblaciones crecieran exponencialmente, que los asentamientos se hicieran permanentes y que surgiera la especialización laboral. Agricultores, artesanos, sacerdotes y gobernantes formaron nuevas estructuras sociales estratificadas.
Hace entre 5.500 y 3.500 años, en diferentes lugares del mundo casi simultáneamente, surgieron las primeras civilizaciones propiamente dichas: Mesopotamia, el antiguo Egipto, el Valle del Indo y la civilización china antigua. Estos focos de civilización compartían características comunes: ciudades amuralladas, gobiernos centralizados, sistemas de escritura, especialización laboral compleja, monumentos públicos y estructuras religiosas permanentes. Sin embargo, cada una desarrolló su propia identidad cultural, su propio sistema de valores y su propia manera de interactuar con el entorno.
La evolución desde la prehistoria hasta la civilización no fue lineal ni inevitable. Fue resultado de innumerables decisiones, adaptaciones, innovaciones y accidentes históricos. Fue también un proceso profundamente desigual: mientras algunas regiones desarrollaban escritura y ciudades, otras comunidades seguían viviendo como cazadores-recolectores. Esta desigualdad en el desarrollo tecnológico y social tendría consecuencias profundas en los siglos posteriores, moldeando el curso de la historia mundial.
¿Cuáles fueron los factores que permitieron a pequeños grupos de homínidos africanos conquistar el mundo? ¿Qué caracterizaba realmente la vida en el Paleolítico? ¿Por qué la agricultura fue tan revolucionaria? ¿Cómo surgieron las primeras ciudades? Las respuestas a estas preguntas nos ayudan a entender no solo nuestro pasado, sino también nuestra naturaleza como especie. La prehistoria no es simplemente un capítulo antiguo y olvidado de la historia: es el período en el que se formaron los rasgos fundamentales de la humanidad: nuestra capacidad de pensar simbólicamente, de cooperar en grandes grupos, de innovar y de transformar el mundo que nos rodea.
Este viaje desde la evolución hasta las primeras civilizaciones es, en muchos sentidos, la historia más importante de todas. Porque sin comprender cómo llegamos a ser humanos y cómo construimos nuestras primeras sociedades complejas, no podemos entender realmente quiénes somos en la actualidad.
Períodos de la Prehistoria: una visión general
| Período | Fechas | Características principales | Especie humana |
|---|---|---|---|
| Hominización | 6-7 millones de años atrás | Primeros homínidos, bipedismo, adaptación a la sabana | Australopithecus, Sahelanthropus |
| Paleolítico Inferior | 2.8 Ma – 300 ka | Herramientas de piedra simples, fuego (tardío), expansión por África | Homo erectus |
| Paleolítico Medio | 300 ka – 40 ka | Herramientas especializadas, fuego generalizado, caza coordinada | Homo neanderthalensis, Homo sapiens arcaico |
| Paleolítico Superior | 40 ka – 12 ka | Arte rupestre, sofisticación cognitiva, expansión global | Homo sapiens moderno |
| Neolítico | 12 ka – 5.5 ka | Agricultura, asentamientos permanentes, especialización laboral | Homo sapiens |
| Primeras Civilizaciones | 5.5 ka – presente | Ciudades, escritura, gobiernos centralizados, monumentos públicos | Homo sapiens |
La hominización, del primate al ser humano
Nuestros ancestros africanos: los primeros pasos
La historia de la humanidad no comienza con Homo sapiens. Comienza mucho antes, en las sabanas y bosques de África, hace entre 6 y 7 millones de años, cuando nuestros ancestros comenzaron a separarse de los primates que compartíamos como hermanos evolutivos. Este proceso, llamado hominización, fue gradual y complejo, marcado por cambios anatómicos sutiles pero profundos.
Los primeros en realizar esta transición fueron especies ahora extintas como Sahelanthropus tchadensis y Ardipithecus, conocidos como pre-Australopithecus, seres cuyo registro fósil es fragmentario y debatido. Sin embargo, fueron los siguientes, los Australopithecus (hace 4-2.8 millones de años) quienes dejaron la evidencia más clara de esta transformación. Con aproximadamente 1 metro de altura, estos homínidos caminaban erguidos sobre dos patas —un cambio aparentemente simple, pero revolucionario.
El bipedismo, como se llama a esta forma de locomoción, liberó las manos para manipular objetos, fabricar herramientas rudimentarias y explorar nuevos territorios que otros primates no podían habitar. Además, permitía ver por encima de la hierba alta para detectar depredadores, liberaba las manos para transportar alimentos y era más eficiente energéticamente en distancias largas. Los Australopithecus poseían cerebros relativamente pequeños, apenas un poco más grandes que los de los chimpancés actuales, pero su capacidad adaptativa fue extraordinaria.

Hace aproximadamente 2.8 millones de años, surgió el género Homo con la aparición de Homo habilis, el «hombre hábil», así llamado porque fue el primer homínido que fabricó herramientas de piedra de manera sistemática. Las herramientas de Homo habilis eran simples: piedras afiladas para cortar, pero representaban un cambio revolucionario en la cognición. El proceso de fabricar herramientas requiere pensar de manera abstracta, imaginar la forma final antes de tallar la piedra, y transmitir esta habilidad de generación en generación. El cerebro de Homo habilis era más grande que el de sus predecesores, aproximadamente 600-700 centímetros cúbicos.
El Homo erectus apareció hace alrededor de 1.9 millones de años, y fue una criatura significativamente más avanzada. Con un cerebro que alcanzaba los 900-1.100 centímetros cúbicos, Homo erectus fabricaba herramientas más sofisticadas, era un cazador más efectivo y lo más importante: fue el primer homínido en dominar el fuego.
El fuego transformó todo. Permitía cocinar los alimentos, haciéndolos más fáciles de digerir y nutritivos, calentarse en climas fríos, expandiendo las posibilidades de expansión geográfica, mermitía mantener a los depredadores a distancia durante la noche y permitía transformar el paisaje, controlando qué crecía y qué no. Homo erectus fue también el primer homínido en emigrar fuera de África, estableciéndose en Asia occidental y oriental.
Homo neanderthalensis, los neandertales, evolucionó hace aproximadamente 400.000 años en Europa y Oriente Medio. Durante mucho tiempo, fueron considerados brutos y primitivos, pero la investigación moderna ha transformado nuestra comprensión. Los neandertales tenían cerebros tan grandes como los nuestros, fabricaban herramientas complejas y diferenciadas según su propósito, usaban fuego, cazaban grandes animales cooperativamente, practicaban la medicina (evidencia de heridas tratadas) y probablemente tenían lenguaje.
Algunos indicios sugieren que incluso practicaban rituales funerarios, enterrando a sus muertos de manera cuidadosa. Los neandertales fueron exitosos durante más de 300.000 años, pero hace aproximadamente 40.000 años desaparecieron, probablemente como resultado de la competencia con los Homo sapiens que migraban hacia Europa desde África.
La emergencia de Homo sapiens: nosotros
Nuestros ancestros directos, Homo sapiens, evolucionó en África hace aproximadamente 300.000 años, aunque algunas características anatómicas más avanzadas no aparecieron hasta hace alrededor de 100.000-150.000 años. Por casi 100.000 años, los humanos modernos convivieron con neandertales y otras especies humanas. Luego, hace aproximadamente 70.000-100.000 años, ocurrió algo extraordinario: una explosión cognitiva que los antropólogos llaman la «Revolución Cognitiva». De repente, el lenguaje se sofisticó, la capacidad simbólica se expandió, el arte surgió, la religión y la espiritualidad florecieron.
¿Qué causó esta revolución? La ciencia aún debate la respuesta. Algunos sugieren una mutación genética que reorganizó el cerebro y otros proponen que fue un cambio gradual en la capacidad lingüística. Lo que es claro es que, hace aproximadamente 70.000 años, Homo sapiens comenzó a crear arte, a usar símbolos complejos, a organizarse en sociedades más grandes y sofisticadas y a manifestar comportamientos que reconocemos como plenamente humanos.
El Paleolítico: la era de los cazadores-recolectores
Características generales del Paleolítico
El Paleolítico, o Edad de Piedra Antigua, abarca desde la aparición de las primeras herramientas hace aproximadamente 2.8 millones de años hasta el final de la última Edad de Hielo, hace cerca de 12.000 años. Representa el 99.3% de la historia humana. Durante este período inimaginablemente largo, la humanidad pasó de simples fabricantes de piedras a criaturas capaces de crear arte sofisticado, construir armas complejas, establecer redes comerciales a larga distancia y desarrollar complejas estructuras sociales.

Dividimos el Paleolítico en tres períodos:
- Paleolítico Inferior: herramientas simples, Homo erectus.
- Paleolítico Medio: herramientas más especializadas, neandertales y primeros Homo sapiens.
- Paleolítico Superior: explosión de arte y sofisticación, Homo sapiens completamente moderno.
Durante la mayor parte del Paleolítico, la vida humana fue profundamente diferente de lo que conocemos en la actualidad. Los grupos humanos eran pequeños, típicamente de 25-50 personas. Vivían como nómadas, siguiendo a los animales que cazaban o viajando según la estación en busca de plantas comestibles. No existía propiedad permanente de tierra. La vida era de subsistencia: cada día se dedicaba fundamentalmente a conseguir alimento suficiente. Esto no significaba, sin embargo, que la vida fuera brutalmente difícil. Los estudios de cazadores-recolectores modernos sugieren que, paradójicamente, estos grupos tenían considerable tiempo de ocio, trabajaban solo 15-20 horas semanales en obtener alimento y pasaban el resto del tiempo en descanso, socialización y actividades culturales.
Las herramientas y su evolución
Las herramientas fueron la característica distintiva de la evolución humana. Comenzaron simples: piedras afiladas para cortar. Pero a lo largo del Paleolítico, la tecnología se sofisticó enormemente. En el Paleolítico Medio, los neandertales y los primeros Homo sapiens creaban herramientas bifaciales complejas, puntas de lanza diferenciadas, raspadores especializados y herramientas compuestas donde se combinaban materiales. Para el Paleolítico Superior, hace 40.000-50.000 años, humanos modernos creaban arpones, anzuelos, agujas de hueso, lanzadores de proyectiles y herramientas tan especializadas que es posible determinar exactamente para qué se usaba cada una.
El fuego fue la tecnología más revolucionaria. No solo transformó la capacidad del ser humano de cocinar y digerir alimentos, sino que permitió expandirse hacia climas fríos, hizo posible la socialización nocturna (la noche ya no era un período pasivo de descanso sino de actividad social) y posibilitó nuevas técnicas de caza. Evidencia arqueológica sugiere que el Homo erectus usaba fuego hace 1 millón de años, aunque fue principalmente en el Paleolítico Medio cuando el dominio del fuego se generalizó.

Cazadores sofisticados: la revolución de la caza
Contrario a los estereotipos modernos, los cazadores-recolectores paleolíticos no eran cazadores de todos los animales, sino que desarrollaron técnicas sofisticadas y especializadas. En las estepas de Eurasia, cazaban mamuts con lanzas coordinadas en grupos grandes; en el Mediterráneo, pescaban con redes y arpones y en las selvas, usaban trampas y venenos.
De hecho, muchos antropólogos sugieren que los humanos paleolíticos fueron la causa de la extinción de la megafauna (mamuts, perezosos gigantes, osos de las cavernas) hace aproximadamente 12.000-50.000 años. Cuando los humanos llegaban a nuevas regiones del mundo, los animales grandes desaparecían rápidamente. Esto no fue sostenido ambientalmente, pero fue enormemente efectivo a corto plazo.
El agotamiento de la megafauna fue probablemente uno de los factores que impulsó a las sociedades humanas hacia la agricultura: cuando los animales grandes desaparecieron, la caza de pequeños animales se hizo menos rentable y la recolección de plantas y su eventual domesticación se convirtió en una opción más viable.
Arte paleolítico: la expresión espiritual
Una de las características más asombrosas del Paleolítico Superior fue la explosión de arte. Hace aproximadamente 40.000-50.000 años, los humanos comenzaron a pintar en las cuevas, a tallar figuras en hueso, a crear flautas musicales, a producir arte que no tenía propósito obvio de supervivencia. Las cuevas de Chauvet, Lascaux, Altamira y Sulawesi contienen pinturas extraordinarias: bisontes, caballos, rinocerontes, manos stencileadas, figuras antropomórficas abstractas.
¿Por qué? Probablemente el arte tenía múltiples propósitos: espiritual/religioso, educativo (enseñar a los jóvenes sobre animales), decorativo, o simplemente la expresión creativa de la mente humana. El arte sugiere que estos paleolíticos no eran simples seres buscando comida, sino seres pensantes que reflexionaban sobre su mundo, que creaban significado simbólico, que tenían religión, mitología y espiritualidad.

Estructura social y religión
No sabemos exactamente cómo se organizaban las sociedades paleolíticas. Probablemente eran relativamente igualitarias, con liderazgo basado en habilidad y experiencia más que en herencia. Las mujeres probablemente jugaban roles importantes tanto en la recolección como en la caza (contrario a las suposiciones estereotipadas). La religión parece haber sido animista: creencia de que los animales, plantas, ríos y montañas poseían espíritus. Los chamanes o sacerdotes probablemente servían como intermediarios entre el mundo físico y el espiritual, usando técnicas de trance (posiblemente con plantas alucinógenas) para acceder a realidades alternativas.
Las fases del Paleolítico: tecnología y adaptación
| Fase | Fechas | Herramientas y tecnología | Características clave | Fauna cazada |
|---|---|---|---|---|
| Paleolítico Inferior | 2.8 Ma – 300 ka | Piedras afiladas simples, bifaciales | Primeras herramientas, dominio tardío del fuego | Megafauna (mamuts, rinocerontes, osos) |
| Paleolítico Medio | 300 ka – 40 ka | Puntas de lanza, raspadores, herramientas compuestas | Fuego generalizado, caza coordinada, rituales funerarios | Megafauna especializada, caza selectiva |
| Paleolítico Superior | 40 ka – 12 ka | Arpones, anzuelos, agujas de hueso, lanzadores de proyectiles | Explosión de arte, lenguaje sofisticado, redes comerciales | Animales más pequeños tras extinción de megafauna |
La Revolución Neolítica: la transición a la agricultura
El cambio más profundo
Hace aproximadamente 12.000 años, en varios lugares del mundo casi simultáneamente, las sociedades humanas hicieron una transición radical: comenzaron a cultivar plantas y domesticar animales. Este cambio, denominado la Revolución Neolítica, fue tan profundo que transformó no solo cómo los humanos obtenían alimento, sino cómo vivían, se organizaban, pensaban y se relacionaban con el mundo.
Fue un cambio gradual, no una revolución inmediata. Durante muchos siglos, las sociedades fueron «transicionales«: parte cazadoras-recolectoras, parte agricultoras. Pero una vez que la agricultura se estableció, nunca fue abandonada. Las consecuencias fueron casi inmediatas: el crecimiento poblacional se aceleró, los asentamientos se hicieron permanentes, las estructuras sociales se complejizaron, la desigualdad surgió y comenzó a generalizarse.
Focos independientes de domesticación: agricultura en el mundo
La agricultura no fue inventada en un lugar y difundida globalmente. Surgió de manera independiente en al menos 8 regiones diferentes del mundo:
| Región | Fechas | Plantas domesticadas | Animales domesticados | Impacto civilizatorio |
|---|---|---|---|---|
| Creciente Fértil | 10.500 años atrás | Trigo, cebada, legumbres | Ovejas, cabras, ganado | Base de Mesopotamia y Egipto |
| China | 9.000 años atrás | Arroz (sur), mijo (norte) | Cerdos, pollos, búfalos de agua | Origen de dinastías chinas |
| Mesoamérica | 8.000-5.000 años atrás | Maíz, frijoles, calabaza | Pavos, perros | Base de aztecas y mayas |
| Valle del Indo | 8.000 años atrás | Trigo, cebada | Ganado, búfalos de agua | Civilización del Indo |
| Nueva Guinea | 9.000 años atrás | Ñames, taro, bananas | Cerdos | Agricultura sin grandes animales |
| África subsahariana | 7.000 años atrás | Sorgo, mijo, ñame africano | Ganado, ovejas, cabras | Pastorismo y agricultura combinada |
| América del Sur | 8.000-5.000 años atrás | Papas, quinua, camote | Llamas, alpacas | Base de civilizaciones andinas |
| América del Norte | 5.000-2.000 años atrás | Girasol, calabaza, semillas | Perro domesticado | Adopción más lenta que otras regiones |
Estos centros de domesticación fueron fundamentales: las plantas y animales domesticados en diferentes regiones determinarían los tipos de civilizaciones que surgirían
¿Por qué la agricultura?
Una pregunta fundamental es por qué los humanos adoptaron la agricultura si el modo de vida cazador-recolector les permitía trabajar solo 15-20 horas semanales. La respuesta es complicada. Algunas teorías sugieren que el cambio climático al final de la Edad de Hielo destruyó la megafauna, obligando a los humanos a buscar nuevas fuentes de alimento. Otras sugieren que la población humana creció durante el Paleolítico tardío, presionando los recursos naturales. Aún otras, proponen que fue la búsqueda del alcohol (fermentación de granos) lo que impulsó la agricultura.
Lo que es claro es que la transición fue costosa en términos de calidad de vida a corto plazo. El esqueleto humano del Neolítico es típicamente más pequeño, con huesos más frágiles y con más signos de malnutrición, que el esqueleto paleolítico. La vida agrícola significaba una dieta menos variada, una salud generalmente peor y más trabajo semanal.
Pero la agricultura permitía una mayor densidad poblacional: 100 veces más personas podían vivir en el mismo territorio. La razón evolutiva por la que la agricultura prevalecería es simple: las poblaciones agrícolas crecían exponencialmente mientras que las poblaciones cazador-recolectoras permanecían relativamente estables. Eventualmente, los agricultores superaban en número a los cazadores y conquistaban sus tierras.

Las consecuencias del Neolítico
El cambio a la agricultura no solo transformó cómo se obtenía alimento. Transformó todo.
Asentamientos permanentes y propiedad de tierra – Los cazadores-recolectores eran nómadas porque seguían a los animales. Los agricultores no podían moverse: debían permanecer con sus campos durante toda la estación de cultivo. Esto significaba asentamientos permanentes, construcción de estructuras más duraderas y la noción de propiedad de tierra. Una familia o grupo que invirtiera trabajo en preparar y cultivar un campo esperaba cosechar ese campo. Surgió así el concepto de propiedad privada, un concepto que no existía o era débil en las sociedades paleolíticas.
Especialización laboral – Los cazadores-recolectores debían ser generalistas: todos sabían cazar, recolectar, hacer herramientas y fabricar su ropa. Pero una vez que la agricultura se estableció, un grupo podía producir excedente de alimento más allá de lo necesario para su supervivencia. Este excedente permitía que algunos individuos no produjeran alimento: podrían ser artesanos, fabricando cerámica o herramientas; sacerdotes, realizando rituales o gobernantes, organizando la sociedad. La especialización aumentó dramáticamente la eficiencia económica y la complejidad social.
Densidad poblacional y ciudades – Un área que podía sustentar 1 cazador-recolector por kilómetro cuadrado podía sustentar 10-100 agricultores por kilómetro cuadrado. Esto significaba que las poblaciones crecían rápidamente. La necesidad de almacenar y gestionar los excedentes agrícolas llevó a la construcción de edificios comunitarios. La necesidad de proteger los campos de los depredadores y de los vecinos rivales llevó a muros y fortificaciones. Gradualmente, asentamientos permanentes se convirtieron en pueblos y los pueblos en ciudades.
Estratificación social e desigualdad – Las sociedades paleolíticas eran relativamente igualitarias. No existía la propiedad privada de tierra y por lo tanto no había base material para la desigualdad económica. Pero en las sociedades agrícolas, quien controlaba la tierra controlaba los alimentos. Quien controlaba el almacenamiento y distribución de alimentos controlaba el poder político. La desigualdad económica se hizo la norma: algunos poseían mucha tierra y riqueza, mientras que otros eran pobres y sin tierra.
Gobierno centralizado – Las sociedades paleolíticas probablemente se gobernaban de manera consensual: todos los adultos hablaban y se tomaban decisiones colectivas. Pero las ciudades no pueden gobernarse así. Requieren coordinación centralizada, reglamentos, juzgados y castigo para transgresores. Surgieron así gobiernos jerárquicos con un gobernante (rey, faraón, etc.) en la cúspide y funcionarios debajo. El gobierno no era necesariamente opresivo: podía ser beneficioso, organizando trabajos públicos, coordinando la defensa, manteniendo la justicia, pero representaba un cambio fundamental en cómo se organizaba la sociedad.
Religión institucionalizada – El animismo paleolítico era probable descentralizado y flexible. Pero las ciudades neolíticas desarrollaron religiones institucionalizadas con templos permanentes, sacerdocios profesional y rituales estandarizados. La religión se convirtió en una herramienta política: el gobernante justificaba su poder diciendo que representaba los dioses. Los sacerdotes justificaban su autoridad diciendo que mediaban entre los dioses y los humanos.
Primeras civilizaciones: ciudad, escritura y estado
Definiendo «civilización»
Antes de discutir las primeras civilizaciones, debemos definir qué es una civilización. En sentido amplio, una civilización es una sociedad humana compleja caracterizada por: ciudades, gobierno centralizado, escritura, especialización laboral compleja, arte, religión institucionalizada y monumentos públicos. Una sociedad puede ser agrícola sin ser civilización (muchas sociedades neolíticas fueron agrícolas pero sin ciudades ni escritura).
Las primeras civilizaciones surgieron hace 5.500-3.500 años en cuatro regiones: Mesopotamia, Egipto antiguo, Valle del Indo y China antigua. Sorprendentemente, surgieron casi simultáneamente (en términos históricos), aunque la arqueología sugiere que Mesopotamia fue el primer foco, seguido poco después por Egipto, el Indo y China.
Mesopotamia: las uruk-ciudades
El nombre Mesopotamia significa «entre ríos»: se refiere a la región entre el Tigris y el Éufrates en el actual Irak. Esta región, junto con Siria moderna, fue el Creciente Fértil, el lugar donde la agricultura había surgido por primera vez. Fue también el lugar donde surgió la primera civilización.
Los Sumerios fueron la primera civilización mesopotámica, floreciendo alrededor del 3500 a.C. Construyeron ciudades-estado como Uruk, Lagash, Ur y Eridu. Cada ciudad-estado consistía en una ciudad central y sus tierras agrícolas circundantes, gobernadas por un rey que también era sacerdote. Las ciudades sumerias fueron extraordinarias: Uruk tenía murallas que extendían 9 kilómetros alrededor, templos monumentales llamados zigurats (torres escalonadas), y una población estimada en 80.000-100.000 personas en su apogeo.

Los sumerios desarrollaron muchas primeras tecnologías: la escritura cuneiforme (hace aproximadamente 3200 a.C.), probablemente el sistema de escritura más antiguo del mundo. Desarrollaron un complejo sistema legal (el Código de Hammurabi, aunque posterior a los sumerios, codificaba leyes sumerias). Fueron astrónomos sofisticados, desarrollando el sistema sexagesimal (base 60) que aún utilizamos para medir tiempo y ángulos. Reinventaron la rueda, el arado tirado por animales y sistemas de riego sofisticados.
Antiguo Egipto: civilización del Nilo
Mientras los sumerios construían sus ciudades-estado mesopotámicas, en el valle del Nilo en el norte de África surgía la civilización egipcia. El Nilo fue el actor principal: su ciclo anual de inundación predecible proporcionaba agua y sedimento fértil. Los egipcios aprendieron a predecir las inundaciones y a construir sistemas de riego que controlaban el agua.
El antiguo Egipto fue unificado bajo el rey Narmer alrededor de 3100 a.C., marcando el inicio del Imperio Antiguo. A diferencia de Mesopotamia, que fue fragmentada en ciudades-estado rivales, Egipto fue un estado unificado centralizado bajo un faraón considerado divino. Los egipcios también desarrollaron escritura jeroglífica, arquitectura monumental (las pirámides), un sofisticado sistema de creencias sobre el más allá y un gobierno altamente centralizado.
El Valle del Indo

El Valle del Indo en el actual Pakistán, alrededor de 2600-1900 a.C., desarrolló una civilización igualmente sofisticada pero muy diferente a Mesopotamia y Egipto. Las ciudades principales, Harappa y Mohenjo-daro, eran notablemente planificadas: calles se cruzaban en ángulos rectos, existían sistemas de drenaje subterráneo, y casas de ladrillo bien construidas. Los arqueólogos estiman que estas ciudades tenían poblaciones de 30.000-40.000 personas.
La civilización del Indo desarrolló su propio sistema de escritura, aún no completamente descifrado y comerciaba extensamente con Mesopotamia. Pero, sorprendentemente, no hay evidencia de palacios reales o templos monumentales. Esto ha llevado a los arqueólogos a especular que la civilización del Indo fue gobernada de manera más igualitaria, o que los gobernantes se identificaban menos con monumentos públicos que los reyes mesopotámicos o egipcios. La civilización del Indo declinó alrededor de 1900 a.C., probablemente debido a cambios climáticos que alteraron el régimen de inundación del Indo.
China antigua
En el río Amarillo en China, alrededor de 2070 a.C., surgió la dinastía Xia, la primera dinastía china, aunque su existencia es debatida por los arqueólogos. Lo que es cierto es que la dinastía Shang (1600-1046 a.C.) fue definitivamente una civilización compleja. Los Shang desarrollaron un sistema de escritura (los antecesores del chino moderno), tecnología de bronce sofisticada, un gobierno centralizado y una estructura religiosa basada en la adivinación y la comunicación con ancestros. Alrededor de 1046 a.C., la dinastía Zhou tomó el poder, introduciendo el concepto de «Mandato del Cielo«: la idea de que los reyes gobernaban porque el cielo les daba permiso divino.

Características comunes de las primeras civilizaciones
A pesar de sus diferencias, las primeras civilizaciones compartían características comunes:
- Ciudades centrales: núcleos urbanos densamente poblados, fortificados, con arquitectura monumental.
- Gobierno centralizado: un gobernante o pequeño grupo de gobernantes que controlaba una vasta región mediante un sistema administrativo complejo.
- Escritura: sistemas de escritura sofisticados que permitían registrar información, leyes, hechos históricos y propósitos religiosos.
- Especialización laboral: clases sociales distintas: gobernantes, sacerdotes, escribas, artesanos, agricultores, esclavos.
- Religión institucionalizada: templos permanentes, sacerdocios profesionales, rituales estandarizados, a menudo con gobiernos justificados por autoridad religiosa.
- Monumentos públicos: pirámides, templos, murallas, que demostraban el poder del estado y requerían organización centralizada para ser construidos.
- Tecnología: dominio de tecnologías complejas como escritura, trabajado de metales, arquitectura avanzada.
- Arte y cultura: producción de arte sofisticado, literatura (mitos, historias), representaciones visuales.
Las primeras civilizaciones: características comparadas
| Civilización | Región | Período | Ciudades principales | Sistema de gobierno | Tipo de escritura |
|---|---|---|---|---|---|
| Sumeria | Mesopotamia (Iraq) | 3500-1900 a.C. | Uruk, Lagash, Ur, Eridu | Ciudades-estado independientes | Cuneiforme |
| Antiguo Egipto | Valle del Nilo | 3100 a.C. – 30 a.C. | Menfis, Tebas, Heliopolis | Estado unificado bajo faraón divino | Jeroglífica |
| Valle del Indo | Pakistán/India | 2600-1900 a.C. | Harappa, Mohenjo-daro | Sistema desconocido (probablemente centralizado) | Sistema propio (sin descifrar) |
| China antigua | Río Amarillo | 1600-1046 a.C. (Shang) | Según dinastía (Yin, Luoyang) | Dinastía hereditaria | Caracteres proto-chinos |
Expansión geográfica y diversidad cultural
La expansión global de Homo sapiens
Aunque las primeras civilizaciones surgieron en solo cuatro regiones, el ser humano moderno había colonizado prácticamente todo el planeta hace 12.000 años. Los humanos llegaron a Australia hace aproximadamente 65.000 años, a América hace 15.000-20.000 años (aunque algunos argumentan fechas más antiguas), a las islas del Pacífico hace 3.000-4.000 años y al Ártico hace aproximadamente 4.000 años.
Esta expansión se logró mediante técnicas sofisticadas de navegación, capacidad de adaptación extrema y perseverancia. Los humanos vivieron en el Ártico cazando animales marinos, en la Amazonia como cazadores-recolectores especializados, en el Pacífico navegando entre islas, en los desiertos subsaharianos como pastores nómadas.
Sociedades no estatales
Es importante reconocer que mientras algunas regiones desarrollaban civilizaciones estatales, otras desarrollaban sistemas sociales igualmente sofisticados pero sin estados centralizados. En el Pacífico, los polinesios desarrollaron una navegación oceánica extraordinaria sin crear estados centralizados. En América del Norte, muchas sociedades fueron cazadores-recolectores sofisticados con estructuras sociales complejas. En Australia, los aborígenes desarrollaron un sistema de creencias y conocimiento ecológico profundamente sofisticado, aunque sin agricultura ni ciudades.
Estas sociedades no eran «primitivas»: poseían conocimiento profundo de su entorno, sistemas religiosos y filosóficos elaborados, estructuras sociales complejas y capacidad de innovación tecnológica. Simplemente no desarrollaron estados centralizados ni agricultura de forma generalizada.
Razones para la diversidad
¿Por qué surgió la civilización en Mesopotamia, Egipto, el Indo y China, pero no en otros lugares? Los antropólogos han propuesto varias explicaciones. Una importante es la disponibilidad de plantas y animales domesticables. El trigo y la cebada eran fáciles de domesticar, así como ovejas y cabras, lo que hizo posible la agricultura en el Creciente Fértil. En cambio, en el Pacífico, aunque existían plantas domesticables (ñame, taro), los animales disponibles eran menos adecuados para la domesticación. En América del Norte, mientras maíz, frijoles y calabaza eran domesticables, la megafauna había desaparecido, limitando el tipo de animales para domesticar.

Otra explicación es la geografía: el Creciente Fértil, Mesopotamia y el Nilo fueron regiones con ríos predecibles que proporcionaban agua y sedimento fértil, permitiendo agricultura intensiva. El Nilo en particular, con su ciclo anual predecible de inundación, permitía un nivel de control sin precedentes. En contraste, muchas otras regiones tenían ríos menos predecibles o climas menos favorables para agricultura inicial.
Una tercera explicación se relaciona con la comunicación y la difusión tecnológica. El Creciente Fértil, Mesopotamia, Egipto y China estaban ubicados en zonas donde la difusión cultural era relativamente fácil: el comercio podía conectar estas regiones y las innovaciones (escritura, metalurgia, etc.) podían transmitirse. En contraste, océanos separaban el Pacífico, desiertos aislaban América del Sur y bosques densos aislaban partes de América del Norte.
Estos factores no son determinísticos: civilizaciones complejas surgieron eventualmente en muchos lugares, desde Mesoamérica hasta el valle del Indo. Pero los primeros cuatro centros de civilización tuvieron ventajas iniciales que condujeron a su temprana complejidad.
Sociedades neolíticas pre-estatales
El neolítico global
Aunque Mesopotamia fue el primer centro de civilización, fue solo uno de muchos focos de desarrollo neolítico. En miles de lugares del mundo, durante milenios, sociedades practicaban agricultura y pastorismo sin desarrollar ciudades o escritura. Estas sociedades neolíticas fueron «aldea» o «pueblo»-basadas, con poblaciones de cientos a pocos miles, no los decenas de miles de las ciudades civilizadas.
Variedad de sistemas agrícolas
Diferentes regiones desarrollaron diferentes sistemas agrícolas adaptados a su entorno. En las montañas andinas, los incas (aunque mil años en el futuro) desarrollarían sofisticados sistemas de terrazas y canales como vemos en Machu Picchu. En Mesoamérica, la agricultura de maíz fue complementada con caza de animales y recolección de plantas silvestres. En Africa, muchas sociedades combinaban pastorismo (ganadería) con agricultura. En Europa, la agricultura se adoptó gradualmente, con las últimas poblaciones cazador-recolectoras persistiendo hasta hace apenas 3.000 años.

Tecnología neolítica
Aunque no desarrollaban escritura, las sociedades neolíticas desarrollaban tecnologías sofisticadas. La cerámica se inventó múltiples veces de manera independiente. Los textiles fueron tejidos, los metales fueron trabajados: primero cobre y oro (ornamentales), luego bronce (armas y herramientas) y eventualmente hierro. La arquitectura se hizo más sofisticada, con estructuras de varios pisos. La astronomía fue observada: muchos monumentos neolíticos (como Stonehenge) están alineados astronómicamente.
Estructuras sociales
Las sociedades neolíticas desarrollaron estructuras sociales variadas. Algunas permanecieron relativamente igualitarias, con poco evidencia de jerarquía. Otras desarrollaron jerarquías de estatus marcadas, donde individuos o familias particulares tenían poder y riqueza diferenciales. Algunas desarrollaron sistemas de castas ritual-basados. Otras fueron matrilineales (descendencia trazada a través de la madre), mientras que otras fueron patrilineales. Estas variaciones fueron profundas y persistentes: muchas de las estructuras sociales de sociedades modernas tienen raíces en estas decisiones hechas hace 10.000 años.
Transiciones, colapsos y continuidades
Del neolítico a la civilización
La transición de sociedades neolíticas a civilizaciones no fue uniforme ni universalmente positiva. En algunos casos, fue relativamente gradual, en otros, parece haber habido una aceleración rápida y en algunos casos, las sociedades que desarrollaban hacia la civilización experimentaban colapsos, regresando a formas de vida menos complejas.
Mesopotamia vio la gradual intensificación de la complejidad sobre milenios: pequeñas aldeas, luego pueblos más grandes, luego ciudades-estado. Pero en otras regiones, la urbanización fue más rápida. En el Indo, la civilización parece haber surgido relativamente rápidamente alrededor de 2600 a.C., tal vez como resultado de la difusión de ideas desde Mesopotamia.

Colapsos y decadencias
A veces, civilizaciones colapsaban. La civilización del Indo desapareció alrededor de 1900 a.C., probablemente debido a cambios climáticos. Varias ciudades sumerias fueron destruidas por invasiones o conflictos internos. Esta inestabilidad sugiere que la civilización, aunque más poderosa en muchos aspectos que las sociedades neolíticas, fue también más vulnerable.
Continuidades
Sin embargo, una vez que las tecnologías principales (agricultura, escritura, metalurgia, arquitectura) fueron desarrolladas, tendieron a persistir y propagarse. La escritura, inventada por primera vez en Mesopotamia, fue adoptada (o reinventada) en Egipto, el Indo y China. El trabajo del metal, una vez dominado, se propagó rápidamente. La arquitectura avanzada se compartió a través del comercio y la conquista.
Así, mientras civilizaciones individuales podían colapsar, las técnicas generales de civilización persistieron y se mejoraron.
Preguntas frecuentes sobre la Prehistoria y primeras civilizaciones
¿Cuál fue el primer homínido?
El género Homo comenzó con Homo habilis hace aproximadamente 2.8 millones de años, aunque Australopithecus fue un ancestro cercano. No existe un «primer homínido» claro, sino una progresión gradual.
¿Cuándo exactamente comenzó el Paleolítico?
El Paleolítico comenzó hace aproximadamente 2.8 millones de años con la fabricación de herramientas de piedra, y terminó hace aproximadamente 12,000 años con el final de la última Edad de Hielo.
¿Por qué tantos animales grandes desaparecieron hace 12.000 años?
Probablemente fue una combinación de cambio climático y caza humana. Los humanos llegaban a nuevas regiones y cazaban la megafauna, extinguiéndola. El cambio climático también hizo los ambientes menos hospitalarios.
¿Los neandertales eran inteligentes?
Sí, los neandertales eran muy inteligentes. Tenían cerebros tan grandes como los nuestros, fabricaban herramientas complejas, probablemente hablaban, y mostraban evidencia de rituales funerarios y medicina.
¿Cuándo comenzó el Neolítico?
El Neolítico comenzó hace aproximadamente 12.000 años en el Creciente Fértil, aunque en otras regiones surgió miles de años después.
¿Por qué surgió la agricultura?
Probablemente fue resultado de cambio climático, presión poblacional, o ambos. Una vez establecida, la agricultura persistió porque permitía mayor densidad poblacional.
¿Cuándo fue inventada la escritura?
La escritura cuneiforme mesopotámica es probablemente la más antigua, alrededor de 3200 a.C. Pero la escritura se inventó de manera independiente en Egipto, el Indo, China y Mesoamérica.
¿Por qué surgieron civilizaciones en algunas regiones pero no en otras?
Factores incluyeron disponibilidad de plantas y animales domesticables, geografía favorable para agricultura, y oportunidades de comercio y difusión cultural.
¿Cuándo exactamente terminó la prehistoria?
Técnicamente, la prehistoria termina con la invención de la escritura, que ocurrió en diferentes momentos en diferentes regiones (3200 a.C. en Mesopotamia, pero miles de años después en otras regiones).
¿Cómo sabemos qué hacían los humanos paleolíticos sin escritura?
Los arqueólogos usan evidencia de artefactos, estructuras, arte, huesos, y estudian sociedades cazador-recolectoras modernas para inferir aspectos de la vida paleolítica.
¿La vida paleolítica era realmente «brutal, corta y desagradable»?
Probablemente no tanto. Evidencia sugiere que cazadores-recolectores tenían tiempo de ocio considerable, comunidades estables, y vida social rica. Enfermedad y accidentes causaban muertes, pero la vida no era universalmente brutal.
¿Cuándo fue domesticado el perro?
El perro fue probablemente el primer animal domesticado, hace 15.000-40.000 años, de lobos que seguían campamentos humanos buscando comida.
Fuentes y bibliografía
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