Introducción al período de entreguerras
Cuando hablamos del período de entreguerras, hablamos principalmente de los 20 años fundamentales que transcurrieron entre el final de la Primera Guerra Mundial y el comienzo de la Segunda Guerra Mundial.
La Primera Guerra Mundial tuvo efectos bastante graves para el continente europeo, considerando que al menos 10 millones de personas murieron y al menos el doble de ese número resultó herido en distinto grado.
Esta guerra fue devastadora, teniendo en cuenta que todas las guerras que ocurrieron en los cien años anteriores a ella solo se habían cobrado un total de 4,5 millones de vidas (aproximadamente).
Durante la Primera Guerra Mundial (que en aquel entonces no se llamaba “primera”, sino que era conocida como la “Gran Guerra”), los franceses tomaron como promedio que se daba una baja por cada minuto que pasaba.
Estamos hablando de una destrucción de un grado tal, que de una generación entera, los más afortunados tuvieron que cargar con grandes cargas psicológicas, y esto ya era bastante pesado para poder llevar una vida normal.
Movimientos de paz y movimientos fascistas
Movimientos de paz
Durante el período del período de entreguerras, los movimientos por la paz estuvieron marcados por la coexistencia de posiciones pacifistas radicales, con la orientación moderada de las organizaciones tradicionales por la paz y la ampliación de su base social en las clases trabajadoras.
Mientras que el pacifismo radical se expresó en el movimiento de masas “No Más Guerra”, el pacifismo organizativo se mantuvo en el llamado a la “Liga de las Naciones” que encontró un apoyo excepcional en Gran Bretaña.
Las nuevas organizaciones de paz en Francia e Inglaterra difirieron del movimiento de paz alemán, dado que en su juicio, era inminente la amenaza a la paz mundial planteada por las dictaduras de derecha.
En Francia, la “Ligue internationale des Combattants de la Paix” (Liga internacional de guerreros de la paz) surgió como el portavoz del pacifismo integral en la década de 1930.
A su vez, disminuyó la amenaza de guerra que emanaba de la Alemania nazi, que atacó la política de defensa francesa y exigió una neutralidad estricta hacia los conflictos militares actuales, una posición que bien podría haber llevado a la colaboración durante la ocupación alemana.
Esta actitud correspondió a la británica «Peace Pledge Union«, que comenzó a perder terreno solo después del evidente fracaso de la política de apaciguamiento británica.
Con el inicio del gobierno nacionalsocialista, el movimiento de paz alemán se vio obligado a exiliarse o fue expuesto a la persecución.
Los movimientos fascistas
Los movimientos fascistas se originaron en la mayor parte de Europa durante el período de entreguerras, pero solo en casos excepcionales pudieron ejercer una gran influencia política o establecer, como en Italia con Benito Mussolini o en Alemania con Adolf Hitler, un régimen propio.
La mayoría de estos partidos fascistas nunca se convirtieron en movimientos de masas, especialmente dentro de las sociedades rurales del sudeste y de Europa oriental.
Solo la “Guardia de Hierro” rumana y la Sociedad Húngara Karat Parcial (“Flechas de la Cruz”), lograron un apoyo popular temporalmente significativo comparable al PNF.
En Austria, los movimientos fascistas que competían entre sí atrajeron considerables porciones del electorado, pero fueron reprimidos (como los nacionalsocialistas) o absorbidos por el Frente Vaterlandische (Frente Patriótico), controlado por el estado.
En Gran Bretaña, Francia, Bélgica y los Países Bajos, así como en Noruega, los grupos fascistas desempeñaron un papel insignificante.
En España, la influyente Falange fue absorbida por el gobierno autoritario de Franco e integradas dentro de la “FET y de las JONS” (Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista), perdiendo su ímpetu original.
Desarrollos similares prevalecieron en el sureste de Europa, donde la democracia parlamentaria fue reemplazada por regímenes autoritarios con diferentes inclinaciones populistas.
La mayoría de los movimientos fascistas en el mundo de entreguerras seguían siendo partidos escindidos que se oponían no solo a la izquierda, sino también a las fuerzas conservadoras gobernantes.
Así, podían compartir el poder solo con el apoyo de los ocupantes alemanes.
Otras ideologías del mundo de entreguerras
A estas ideologías, debemos añadir el crecimiento del comunismo en países como China o la URSS, movimiento que, junto al socialismo o al marxismo, se extenderían una vez finalizada la Segunda Guerra, cuando el mundo quedaría partido en dos bloques durante la Guerra Fría.
En ese período, convivirán varios modelos ideológicos y sociales diferentes, destacándose el modelo soviético, el modelo maoísta (que afectaría a gran parte de Asia, especialmente a Camboya con el ascenso de Pol Pot), el modelo norteamericano, o el modelo liberal europeo.
La vida en el período de entreguerras
En medio del periodo del mundo de entreguerras, tantos los victoriosos Aliados como las Potencias del Eje, tuvieron que acarrear las gigantescas deudas nacionales, lo que hizo que toda Europa se encontrara en una complicada posición de inseguridad financiera.
Además, si hablamos del plano físico, el territorio europeo también se encontraba profundamente devastado.
Las pérdidas culturales fueron gigantescas, en donde recuerdos de imperios ahora eran ruinas.
Los soldados que regresaron a casa, incluso si estaban del lado que había salido victorioso, volvieron a enfrentarse no a la gloria de haber vencido, sino al terrible mundo de entreguerras en el que reinaban el desempleo, el hambre y la desesperación.
La inestabilidad social era la norma y los conflictos políticos internos se acrecentaban.
A nivel diplomático, la Primera Guerra Mundial hizo que se acabara creando la Conferencia de Paz de París, en donde se destaca el famosos Tratado de Versalles, en la cual se desmantelaron los bloques del territorio de Europa del Este, trazando así los límites para los nuevos estados independientes.
Estos estados no eran viables a nivel económico puesto que la destrucción de la guerra había alcanzado niveles insospechados.
En cuanto a economía, también se debe resaltar la Crisis del 29’, también llamada Gran Depresión, que sumió al mundo entero en el caos por la enorme crisis que se provocó en Wall Street, de la cual Estados Unidos logró salir gracias al famoso New Deal planteado por el recién ascendido al poder Franklin D. Roosevelt, aunque sus consecuencias se notaron hasta 1939.
Es importante tener en cuenta, además, que muchos de estos países no estaban acostumbrados a llevar una nación independiente y democrática, por lo que estos cambios (que seguramente muchos actualmente considerarán positivos) resultaron caóticos en el período de entreguerras.
Muchos otros factores entraron en juego. Por ejemplo, Alemania quedó paralizada por haberse convertido en el principal responsable como agresor del conflicto.
Por el Tratado de Versalles y las acciones tomadas por Gran Bretaña, Francia y otros países aliados, Alemania acabó sufriendo una Gran Depresión marcada por el hambre, la inflación y el desempleo.
Soñando con el regreso de la gloria a Alemania y reaccionando amargamente contra sus opresores extranjeros, se allanó el camino para que Adolf Hitler y el Partido Nazi pudieran hacerse con el poder en Alemania, con la promesa de un futuro lleno de gloria y dominación europea, lo que acabaría llevando al país a la llamada “guerra para poner fin a todas las guerras”, que haría que el continente volviera a caer en un devastador conflicto como fue la Segunda Guerra.
Quisiera para mi trabajo integrador de 10 grado el resumen de las caractericticas económicas, políticas y social de los paises capitalistas en el periodo 1918 y 1939 ( entre guerras)